Y déjenme explicarles a qué 
me refiero: 
es obvio que sobre sus hombros pesa 
una
gran responsabilidad heredada por la 
sociedad
y la familia, de que los hombres 
deben ser los proveedores del 
hogar;
incluso 
sin haber llegado a tener hijos y tan sólo estando de novios, 
ellos 
sienten esa realidad sobre sus hombros.
Por lo 
tanto enfocan 
sus 
fuerzas al logro de resultados;
pero creo 
que hoy en día, el exceso de ese esfuerzo,
el casi 
único interés masculino, más que responder
a una 
demanda social, equivale a un mecanismo de defensa;
a un 
medicamento para alivianar otras carencias, 
como la 
inseguridad, la falta de confianza 
en si 
mismos, o la carencia de poder personal.
Nuestros 
hombres sienten que el trabajo les empodera,
por lo que 
quedan tan inmersos e involucrados 
en su trabajo 
que pueden llegar a creerse imprescindibles;
tanta pasión 
excesiva, los vuelve disfuncionales, al punto, 
de que las 
mujeres nos sentimos abandonadas; u olvidadas.
¿Qué está 
sucediendo?
¡Si a veces hasta 
parece que dejamos de ser atractivas para los hombres!
Sea lo que sea 
que sucede con estas bellas e incomprensibles criaturas; 
el punto 
principal es preguntarnos a nosotras mismas 
¿qué nos sucede 
con esta situación? 
¿Lo hablamos 
con la pareja? ¿Nos quedamos en silencio?
Más allá 
de las experiencias personales de cada una,
creo que es importante expresarles a 
nuestros maridos, 
novios, o amantes lo que nos hace sentir esa 
actitud. 
Excusas como: 
“No tengo tiempo” son infantiles 
a la hora de 
establecer bases en una relación afectiva. 
Decir “no 
tengo tiempo” en forma sistemática es decirnos
“no eres 
importante para mí”. Créalo o no, es un hecho; 
pues la 
intención de una persona está en sus resultados,
y si 
nunca tiene tiempo de contenerte, escribirte,
verte o 
mimarte, entonces el mensaje inconsciente
que 
nos está dando es que no somos lo 
suficientemente
importante para formar parte de su mundo. 
Y es valioso, 
pero también es triste, gris y doloroso;
por eso, es 
mejor enfrentarlo a tiempo,
antes de que 
las heridas sean más profundas. 
Establecer 
acuerdos, tiempos, y posibilidades 
para los 
miembros de la pareja es una forma adecuada
y madura de 
reorientar la relación hacia un puerto próspero. 
Chuchi 
González
Bendicionesss!!!