Jesús dijo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Juan 6:47 |
|
Creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos. Hechos 15:11 |
|
Una insensatez sabia y una debilidad fuerte
¿Cómo se puede hablar de “lo insensato de Dios”, de “lo débil de Dios”? ¿Acaso Dios no es el Creador, el Todopoderoso? Por supuesto, pero para venir al encuentro de su criatura, el Hijo de Dios se hizo hombre. Para salvar a todos los que confían en él no utilizó su poder creador, sino que aceptó morir en una cruz. Ése es el mensaje de la cruz. Para el mundo incrédulo es una insensatez, pero para el creyente es poder y sabiduría de Dios. ¿Por qué? Porque por la muerte de Jesús, el amor y la justicia de Dios triunfaron sobre las fuerzas del mal y del odio. Lo que los sabios y poderosos de este mundo nunca pudieron producir, es decir, la liberación interior del mal, el Hijo de Dios lo efectúa en todo el que confía en él. Pensemos en la vida de Jesús. A nosotros, quienes frecuentemente buscamos la independencia y el poder, Dios se reveló en Jesús bajo el carácter de humildad de aquel que sirve, quien no tenía “dónde recostar la cabeza” (Lucas 9:58). Jesús supo lo que es estar cansado, tener hambre, sed, soportar las burlas, el odio, la injusticia, la crucifixión y la muerte. Pero permaneció fiel en su voluntad de honrar a Dios y de salvar a los que confían en él. Por su muerte nos reveló la fuerza del perdón y la preeminencia del amor.
|