| 
    
   Mi Pedro (Salomé Ureña de Henríquez) Mi Pedro no es soldado; no ambiciona de César ni 
Alejandro los laureles;
 si a sus sienes aguarda una corona,
 la hallará 
del estudio en los vergeles.
 ¡Si lo vierais jugar! Tienen sus juegos algo de serio 
que a pesar inclina.
 Nunca la guerra le inspiró sus juegos:
 la fuerza 
del progreso lo domina.
 Hijo del siglo, para el bien creado, la fiebre de la 
vida lo sacude;
 busca la luz, como el insecto alado,
 y en sus fulgores a 
inundarse acude.
 Amante de la Patria, y entusiasta, el escudo conoce, 
en él se huelga,
 y de una caña, que transforma en asta,
 el cruzado 
pendón trémulo cuelga.
 Así es mi Pedro, generoso y bueno, todo lo grande le 
merece culto;
 entre el ruido del mundo irá sereno,
 que lleva de virtud 
germen oculto.
 Cuando sacude su infantil cabeza el pensamiento que le 
infunde brío,
 estalla en bendiciones mi terneza
 y digo al porvenir: ¡Te 
lo confío!
     
   
 
 
     Bendiciones!!!  
   Alex & Odris  
        
 
   Respetar Autoria 
 diseño y 
firma    |