La vision de jacinta - *:·.★*Gaviotas volando en Amor y Libertad*★*:·.

Sucedió al principio de las Apariciones, en Junio de 1961, mientras las niñas veían a San Miguel Arcángel, antes de que la Santísima Virgen se les apareciese por primera vez. Jacinta y su esposo Jeff Moynihan nos dan algunos detalles sobre donde, cuando y cómo tuvo lugar esta visión.

Al día siguiente de la primera aparición de San Miguel, el 18 de Junio de 1961, las cuatro niñas volvieron al mismo lugar de la calleja, esperando ver de nuevo al ángel. Algunos críos las vieron y les tiraban piedras. Por esta razón, al día siguiente, ellas fueron un poco más arriba de la primera vuelta de la calleja, al lugar llamado "el cuadro", que quedaba más oculto, y, sobre una piedra mas plana, se arrodillaron y se pusieron a rezar. Allí fue donde vieron de nuevo al Ángel y a la Santísima Virgen y donde Jacinta vio al Sagrado Corazón de Jesús.

Foto: Jacinta en éxtasis en 1961.

Jacinta no recuerda la fecha exacta de su visión, no fue el día del Sagrado Corazón, que ese año fue antes del 18 de Junio.

El 23 de Diciembre de 1978, Jacinta fue entrevistada por el misionero jesuita P. Francisco Benac, S.J., en su casa en California. He aquí algunos fragmentos de la conversación.

P. Benac:

He leído que viste al Sagrado Corazón. Por favor, cuéntame cómo sucedió.

Jacinta:

Recuerdo un día en que las cuatro subimos un poco más arriba de la Calleja, más arriba de donde el Ángel se nos apareció por primera vez. Nadie del pueblo nos seguía. De repente, las otras tres cayeron en éxtasis y vieron el Ángel. Yo estaba más atrás, viéndolas en éxtasis, y me dije: "pero si yo no veo nada". De repente vi al Sagrado Corazón de Jesús que me impresionó mucho. No me habló pero su mirada me llegó hasta lo mas profundo de mi corazón.

P. Benac:

¿Qué es lo que más te impresionó?

Jacinta:

Sus ojos, todo su aspecto, su mirada que me llegaba hasta dentro del corazón de un modo inexplicable.

P. Benac:

¿Qué pensaste en ese momento?

Jacinta:

Oh, Padre, esta visión del Corazón de Jesús me quedó grabada para siempre, aún cuando no le he vuelto a ver otra vez. Dondequiera que veo su imagen, siento aquel Amor infinito que me llegó al corazón.

Parte del grupo de peregrinos que subió a Garabandal. Estando en Navarrete, lugar que tiene una hermosa Iglesia barroca, pedimos a Jacinta que nos describiese la visión del Sagrado Corazón. Jacinta, en el centro, vestida de negro, con su esposo, Jeff, justo delante de ella. Su hija, Maria, es la tercera desde la izquierda.

P. Benac:

¿Aún sientes esto?

Jacinta:

Oh sí. Dondequiera que veo Su imagen o hablo de Él, como lo hago ahora, lo siento dentro de mí de un modo que no sé explicar.

P. Benac:

¿Cuando tuviste las dudas, dudaste también de esta visión?

Jacinta:

No Padre. Esta visión siempre permaneció viva en mi mente. Es algo de lo que nunca he dudado.

P. Benac:

¿Esta visión te llevó a amar más a Dios? ¿Piensas que quería algo especial de ti?

Jacinta:

No puedo contestar a eso porque ÉL no me habló. Pero siento mi corazón mucho mas cerca de Él desde entonces.

Descripción de la Visión.

Desde que Jacinta mencionó por primera vez su visión del Sagrado Corazón en 1976, se le preguntó en varias ocasiones que lo describiese. Recientemente, en Agosto, vino a España, a la ciudad de Logroño, con Jeff y su hija María, a visitar a una paralítica llamada Olga que le pidió venir a visitarla.

Durante esta visita, el grupo de peregrinos que subió a Garabandal, unas treinta personas, les invitaron a comer con ellos en la cercana población de Navarrete. Después de la comida, todos deseaban oir a Jacinta hablar sobre su visión del Sagrado Corazón.

De sus palabras tenemos esta descripción:

Mientras las otras niñas estaban en éxtasis viendo a San Miguel, Jacinta estaba viendo a Jesús. Él estaba a unos tres metros de distancia, de pie sobre una pequeña nube blanca, a corta distancia del suelo. Era de una belleza extraordinaria," el más hermoso de los hombres", como dijo Jacinta. Llevaba una túnica blanca y un manto rojo le cruzaba diagonalmente desde el hombro derecho. Su Corazón, sobresalía a su izquierda, rojo brillante y con rayos blancos y dorados que salían de él.

Con su mano izquierda señalaba a su Corazón, y le decía que se acercase. De su cuerpo salían rayos de luz que sobrepasaban en brillo a las otras visiones. La visión tenía un fondo como de nubes.

Como se mencionó antes, en la entrevista del P. Benac S.J., lo que más le impresionó a Jacinta fue su infinito Amor, la mirada de Jesús que atravesaba su corazón y los gestos de sus manos con que la invitaba a ella y a todos nosotros a entrar en su Sagrado Corazón.

Jeff dijo recientemente que Jacinta, después de todos estos años, recuerda claramente esta visión y cada vez que la recuerda siente los mismos sentimientos sobrenaturales de entonces.