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Mi Gente Bella...
La experiencia es el conocimiento
directo por haber realizado, vivido,
sentido o sufrido uno mismo.
Es importante destacar que estamos
hablando de un conocimiento
que es obtenido de manera
individual o eneñado no es transferible,
se requiere vivir el proceso de
aprendizaje para construir experiencia.
La palabra experiencia se manifiesta
frente a los desafíos de cualquier tipo
ya sea técnico, laboral,
científico, político, profesional,
de una forma solvente y generalmente
basada empíricamente en resultados.
La experiencia es algo intangible
que distingue a una persona de otra
en cuanto a la forma y la
eficacia de abordar la realidad.
La experiencia solo tiene verdadera
significación, cuando uno se da
cuenta de lo que realmente
ha pasado. Darse cuenta, es tomar
conciencia, es detenerse y analizar.
Es increíble cuanto uno puede
comprender y aprender de su
existencia con el solo hecho de
prestar mas atención a ella.
Probablemente no se solucionen
nuestros problemas por el solo
hecho de verlos y de tomarles el peso,
pero una experiencia consciente
puede darnos las herramientas
para explorar nuestra vida, porque
simplificará y clarificará nuestros juicios,
permitiéndonos descubrir nuestras
propias respuestas y lo que realmente
queremos hacer y aprender de lo
que nos ha ocurrido.
Vivenciar una experiencia es como
encender un reflector.
Al enfocar nuestra atención, nuestra
emoción sobre ella, la podremos ver
con nitidez en su total dimensión, es decir,
nos daremos cuenta de lo externo de la
experiencia y sus consecuencias materiales
y también podremos vislumbrar lo interno,
lo que ella provoca en nuestro ánimo,
en nuestra autoestima, en nuestras
emociones y sentimientos.
Una experiencia puede tener significado
solo cuando la llevamos a su exacta
realidad, analizando lo ocurrido y el
por qué. Si la experiencia nos sucede
por azar, puede programarnos mas y
enturbiar nuestro juicio.
La experiencia en sí, no hace a nadie mas
sabio si no es vivida en forma consciente.
En resumen, seamos personas de
experiencia “continua”, sin final, pero con
humildad, porque: La experiencia es un
sabio hecho a trompicones.
Les deseo un dia lleno de grandes
motivos para experimentarlo desde
principio a fin con la bendición de Dios.
Irmelena...
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