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- Mi mente actual es una quietud desnuda e impersonal,
- Una palabra de visión clara e inconfundible,
- Un volumen de silencio sellado por la divinidad,
- Una grandeza pura de pensamiento y virgen de voluntad.
- Una vez en sus páginas la ignorancia pudo escribir
- Con un garabato del intelecto, la ciega conjetura del tiempo,
- Y lanzar mensajes destellantes de luz efímera,
- nutrimento para las almas que deambulan por la orilla de natura.
- Mas ahora escucho una palabra mayor,
- Nacida del rayo omnisciente, invisible y mudo:
- Es la voz que sólo el oído del silencio ha percibido
- Y surge desde la luz, comisionada por la eterna gloria.
- Todo cambia de una amplitud y paz continua
- A un tumulto de gozo en un océano grandioso de liberación.

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