Jesús dijo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Juan 6:47 |
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Creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos. Hechos 15:11 |
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“Creí, por tanto hablé” (2 Corintios 4:13)
A menudo somos poco francos, pues nos guardamos nuestros sentimientos e impresiones sin atrevernos a compartirlas con los demás. A veces es como si tuviéramos vergüenza de hablar de Dios, de Jesús, del Evangelio, de la vida eterna y del regreso de Cristo. ¡Son ocasiones que hemos perdido para ser útiles a los demás! A veces sólo bastaría una palabra oportuna para animar a quienes Dios ha puesto en nuestro camino. Quizá tenemos miedo de parecer hipócritas o de enseñar a los demás, pero si la expresión sale del corazón, nos sorprenderemos del eco que ella suscitará. Lo que sale del corazón, el corazón alcanza, y nadie dudará de nuestra sinceridad. Pidamos a Dios que nos dé más valor para atrevernos a decir humilde y simplemente lo que Jesús diría. Esto nos hará bien tanto a nosotros como a los demás. Es lamentable que entre creyentes a veces hablemos tan poco del Señor, que es lo más precioso que tenemos. Quizás eso signifique que dichos temas han perdido un poco de su realidad y valor para nosotros. Vivamos con Dios, y de la abundancia de nuestro corazón hablará nuestra boca. “Estad siempre preparados para presentar defensa… ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).
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