La Virgen de la Revelación Roma, Italia; Abadía de Tre Fontane – 1947
He aquí una de las promesas de la Virgen: «Con esta tierra de pecado obraré grandes milagros para la conversión de los incrédulos».
La Virgen dijo a Bruno con una voz bien dulce: "Soy la que está en la Trinidad divina. Soy la virgen de la revelación. Tú me has perseguido, ¡ ya basta! Entra en el redil, el juramento de Dios es santo, los nueve viernes que hiciste antes de entrar en el redil de la mentira son los que te han salvado. Obedece a la autoridad del Santo Padre."