Cuando el amor va, se nos rompe el corazón. Se queda un gran vacio en el alma muy difícil de llenar Las ilusiones y sueños se desmoronan, Y una amargo sabor nos queda, que nada endulza.
Las lágrimas brotan de los ojos sin parar. Los días son los más negros aunque brille el sol. Lo más bonito antes los ojos, pierde su hermosura; Todo es incierto, no se sabe qué hacer ni qué sigue después...
Quisiéramos creer que ha sido un sueño desagradable, Que sólo ha sido una horrible pesadilla Se quisiera despertar de ella e imaginarnos que todo sigue igual, Que nada cambió, ni nada terminó.
Cuando el amor se va se nos seca el corazón. No creemos que en él germine nuevamente el amor. No creemos que sea capás de que floresca otra ilusión. Todo lo que vislumbramos es tristeza y desolación.
No creemos volvamos a amar nunca más en la vida. Que nuestra vida completa se ha derrumbado. Que en nuestro corazón sólo hay ruinas irreparables, Dificiles de levantar y reconstruir...
Cuando el amor se va no lo queremos aceptar. Nos cuesta trabajo reconocer que todo terminó, Aunque sabemos muy en nuestro interior, que debemos dejarle ir y tener resignación...