TUVISTE SUERTE
Después de una noche con sus amigas de fiesta por ahí, una muchacha
vuelve a su habitación que comparte con una amiga.
Para no despertarla decide no encender la luz. Así que entra
en la habitación, se pone su pijama y se mete en la cama.
Todo esto en la más absoluta intimidad. Antes de dormirse
escucha ruidos, cómo jadeos. Pero imagina que es su amiga que está
con su novio. Así que se mete debajo de la colcha para oír
lo menos posible y finalmente se duerme.
A la mañana siguiente, la muchacha se despierta y mira hacia la cama
de la amiga, para ver si ésta se había despertado también.
Y allí estaba su amiga.... ¡¡pero muerta!! Su cama era un charco de sangre.
En la pared de encima de la cama de su amiga había escrita con sangre
una frase que la hizo chillar de terror:
"Tuviste suerte de no haber encendido la luz.
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