
LOS MODOS DE MARCHARSE
Hay modos de marcharse de la vida: poco a poco se van de tu memoria los versos más hermosos de Rimbaud. Te ocurren dos fatalidades juntas: se te muere la rosa que al mirarla quisiste con suspenso de niño, con el amor de Dios, y se entierran, también, en el jardín, las hojas amarillas de tu alma. Para llenar las horas de la tarde vas y vienes del tiempo en que quedó el recuerdo de aquella boca tibia ayer besada. Hay modos de marcharse de la vida: poco a poco se van de tu memoria los versos más hermosos de Rimbaud.
DELFINA ACOSTA

|