Siempre hay dos mujeres en mi...
con la una me entretengo y con la otra me propongo
con la una yo resuelvo y con la otra yo supongo
con la una yo me enfermo y con la otra me repongo
con la una yo me pierdo y con la otra yo me expongo
con la una yo yo me muero y con la otra me mantengo
Siempre hay dos mujeres en mi...
para una, tremenda oscuridad y la otra la luminosidad
para una, tremenda fortuna y para otra la adversidad
para una, tremenda apertura y para otra la curiosidad
para una, la tremanda censura y para otra la libertad
para una, tremenda frescura y para otra la fogosidad
Siempre hay dos mujeres en mi...
con una yo compongo y canto con otra escucho mi llanto
con una pienso y razono y con otra me revoluciono
con una siento y amo y con la otra resiento y abandono
con la una confio y me abro y con la otra doblo mi encono
con una resuelvo y me aclaro y con la otra me cierro y enojo
Siempre hay dos mujeres en mi...
con ellas, todos los hierros de la angustia
que tienen en mi su cara víctima
voy perseguida por las fauces
de dos ancestros sin orilla
una de fuego devorante
y otra de piedra perseguida
una con el oleaje de mi sangre
y la otra con su propia lejanía
Cuando ellas dos se vuelven una
la voz de Dios crece en mi colina
desde el origen de mis días y mi cuna
bajo el lucero con la suavidad y la ternura
en la mañana el ángel de la claridad ya me susurra
que todas mis rosas se han quedado sin espinas
y en esta libertad perdono la mentira
de caminar en la verdad sobre la muerte
cuando la muerte con las dos ya me camina
VICTORIA LUCIA ARISTIZABAL
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