- Diluir el esmalte a punto tinta y verterlo por gotas en el agua.
- Mover la pintura para esparcirla con un palillo de brochette.
- Apoyar suavemente y en posición horizontal, la plancha de parafina en la superficie del agua.
- Retirar la plancha de parafina en la misma posición, colocar con la pintura hacia arriba y quitar el excedente de agua con un papel absorvente. Dejar secar.
NOTA: esta técnica se puede realizar sobre diferentes superficies como madera, bizcocho, yeso y hasta vidrio.
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