"Porque el gozo del Señor es vuestra fuerza".
Nehemías 8:10

Muchas veces vivimos situaciones que nos irritan o nos tensionan, atravesamos problemas que nos causan desilusiones, profundas tristezas y un sentimiento de desolación, o sufrimos pérdidas que nos dejan sin fuerzas para seguir luchando hasta superar lo que nos sucede.

La gente recurre a diversos medios para vencer ese estado de ánimo negativo, pero la mejor manera de liberarnos de la irritación, tensión, tristeza, temor y angustia, es permitiéndonos expresar el gozo interior y profundo que Dios ha depositado en cada uno de nosotros. ¿Y cómo podemos expresarlo en esas circunstancias? A través de nuestros pensamientos y sentimientos, adoptando una actitud alegre y optimista, enfrentando las situaciones más difíciles y desafiantes de la vida con entusiasmo y una sonrisa de esperanza en Dios.

Quizás diga 'no es fácil tener una actitud de buen humor, de gozo y optimismo frente a las situaciones adversas', déjeme darle un consejo: cuando vea que esto le ocurre haga una pausa, un alto en el camino, y busque en sus recuerdos esos momentos felices cuando la risa llenaba su boca, cuando su lengua pronunciaba alabanzas al Señor y sus ojos chispeaban de gozo. Busque el clima de alegría que le rodeaba, y experimentará que los músculos de su rostro se aflojan y el bienestar comienza a manifestarse en todo su ser.

Su herencia es el gozo de Dios en su vida, el cual puede manifestarse en los momentos más difíciles y llenarle de radiante felicidad, para que usted pueda compartirla con los demás.
Entonces, desde este momento ¡empiece a disfrutar el gozo de Dios!

Graciela

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