Pagina principale  |  Contatto  

Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

ALLA VAMOS PAMELI
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 * * * * ♥ * * * * 
 General 
 ADMINISTRACION DEL GRUPO 
 ♥ Mensajes Diarios ♥ 
 * * * * ♥ * * * * 
 Las Promesas de Dios 
 LA PROMESA DE HOY 
 LA BIBLIA 
 * * * * ♥ * * * * 
 SHOLE..."LLamada para bendecirte" 
 Fondos / Sra SARA... 
 Yoly / DETALLITOS CRISTIANOS 
 * * * * ♥ * * * * 
 
 
  Strumenti
 
DEVOCIONA: EL REINO DE LOS CIELOS...
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 1 di questo argomento 
Da: La Morocha arg4  (Messaggio originale) Inviato: 30/09/2009 00:04


Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados.
Mateo 5:6.

 


El reino de los cielos
escuchelo aquí

       En el sermón del monte, del cual fue sacado el versículo del encabezamiento, el Señor enseñó a sus discípulos cuáles serían los principios que regirían en su reino. Ellos aguardaban ese reino de paz, encabezado por el Mesías. Él reinaría con justicia; por eso ponían su esperanza en su Señor y Maestro, en quien habían reconocido al rey prometido.

       Sin embargo, lo que el Señor les estaba diciendo era muy diferente de lo que ellos se habían imaginado. ¿Por qué llamaba el Señor “bienaventurados” a los que lloran, a los misericordiosos y a los perseguidos por causa de la justicia? ¿Debían pensar que en su reino aún habría personas en duelo, o que buscarían misericordia, que serían perseguidas?

       De hecho, el Señor fue rechazado por su pueblo, en especial por sus dirigentes, y finalmente fue llevado a la cruz, en donde lo mataron. Por eso todavía no podía reinar con justicia sobre el pueblo de Israel. Si no lo querían, no iba a imponerse a ellos por la fuerza, porque esto habría significado hacer caer el juicio sobre el pueblo escogido. No había venido para ser servido, es decir, para dominar, “sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10:45).

       Hoy Cristo todavía es paciente. Él no ejerce aún su dominio de manera visible. Es un tiempo de gracia para este mundo, en el que los creyentes todavía padecen injusticia, así como él la sufrió antaño. Pero la bienaventuranza del Señor nos promete una justa recompensa cuando él vuelva, y por eso podemos alegrarnos.



Primo  Precedente  Senza risposta  Successivo   Ultimo  

 
©2025 - Gabitos - Tutti i diritti riservati