Mi sonrisa es uno de los medios más versátiles en mi caja de herramientas espirituales. Sonreír demuestra mi estado de ánimo, mi apertura y mi disposición para compartir.
Una simple sonrisa abre un canal de comunicación poderoso. Si observo que alguien está aprehensivo o se siente indeciso, mi sonrisa le ofrece el mensaje de mi corazón —transmitiendo confraternidad, aprecio y compasión.
Estoy consciente de que puedo mejorar el día de otra persona con una sonrisa sincera, la cual le deja saber que cuenta conmigo. Mi sonrisa también me alienta y me mantiene optimista. Con amor en mi corazón, me propongo ser la luz que suscita aliento en los demás y que brilla con paz y gozo.