Era un futbolista tan malo, tan malo, tan malo, que marcaba gol y fallaba en la repeticion.
Era una tia que tenia la cabeza tan pequeña, que al hacerle los agujeros en la oreja para los pendientes la mataron.
Era un tio tan tonto, tan tonto, que desde que perdio un dedo solo sabia contar hasta nueve.
Era un tio tan pero tan gordo, que cuando pisaba un billete hacia cambio.
Era un tio tan tonto, tan tonto, que se paso una noche entera estudiando antes de un examen de sangre.
Era una iglesia tan estrecha, tan estrecha, que en vez de tener un Cristo crucificado lo tenian ahorcado.
Era un tio tan bajo, tan bajo, que la cabeza le olia a pies.
Era un tio tan feo, tan feo, que cuando nacio, el doctor le pego a la madre.
Era un tio tan feo, tan feo, que cuando entraba en un banco desconectaban las camaras de vigilancia.
Hacia tanto pero tanto frio, que hasta los abogados llevaban las manos metidas en sus propios bolsillos.
Era una mujer tan fea, que su marido se la llevaba al trabajo para no tener que darla el beso de despedida.
Era un tio tan viejo, tan viejo, que cuando iba al colegio no tenia clase de historia.
Era una sequia tan larga, tan larga, tan larga, que las vacas daban la leche en polvo.
Era tan desgraciado que hacía llorar a las cebollas.
Eratan asqueroso que espantaba las cucarachas.
Era tan atractivo como una bolsa de papel mojada.
Era tan bobo que se estrangularía con un telefono sin cable.