Las letras de un poema inconcluso
yacían frías,inertes,
algo había pasado...
Hasta aquél día en el cual
apareciste a mi lado.

Y en ése preciso instante,
mi corazón enamorado,
de tu alma se vió atrapado...
El frío en mis venas
se volvieron poemas,
la luz de tu sonrisa,
una suave brisa
palpitándo en mi corazón.

Hoy eres magia en mi piel
ésa lluvia en mi fuego,
¿quién pudiera sobre el papel
describir lo que no puedo?
Cuando sólo alcanzo a decir
que estar contigo,es vivir
cuando escucho tu nombre
por mis venas correr
mientras desciendes 
por mi alma y corazón...

Y desde ése día,
ya no soy el mismo,
se cerró el abismo
entre la distancia y tu amor...
te convertiste en mi razón.

Y en ése preciso instante,
y en ése eternal segundo,
y desde ése día,
tu sonrisa fué mía...

Era un día en el cual
fuiste mi todo en un momento.

COLINA