Pàgina principal  |  Contacte  

Correu electrònic:

Contrasenya:

Inscriviu-vos ara!

Heu oblidat la vostra contrasenya?

AMIGOPARASIEMPRE
 
Novetats
  Afegeix-te ara
  Plafó de missatges 
  Galeria d’imatges 
 Arxius i documents 
 Enquestes i Tests 
  Llistat de Participants
 ♥ SUBETE AL TREN DEL AMOR ♥ 
 ♣Tus poemas ♣ 
 ♣Fondos Cumples♣ 
 ♣ Oración capilla ♣ 
 ♣ FONDOS PARA USAR♣ 
 FIRMAS PARA CONTESTAR 
  
 CHAPPLIM MÚSICA 
 
 
  Eines
 
General: EL DEBER DE PARECERSE AL RETRATO
Triar un altre plafó de missatges
Tema anterior  Tema següent
Resposta  Missatge 1 de 2 del tema 
De: MachiV  (Missatge original) Enviat: 30/08/2018 17:36
 
 
GERTRUDE STEIN. EL DEBER DE PARECERSE AL RETRATO
 
 Gertrude Stein  (1906), de Pablo Picasso, obra del Metropolitan Museum de Nueva York.
Gertrude Stein (1906), de Pablo Picasso, obra del Metropolitan Museum de Nueva York.
 
Se adornaba con artistas y escritores. Vivió por personas interpuestas, siempre famosas, y quedó como el espejo ineludible donde siguió reflejado para siempre el esplendor bohemio de los tiempos felices de aquel París en el que todo estaba permitido

Gertrude Stein y su hermana eran todavía unas niñas cuando iban en un tren desde Pensilvania a California y durante el trayecto se asomaron a la ventanilla. En ese momento sucedió un percance y su padre pulsó repetidamente el timbre de la alarma hasta lograr que el convoy se detuviera. Los pasajeros creyeron que había pasado algo muy grave. Todo lo que había sucedido era que a una de sus hijas se le había volado el sombrero. El hombre se apeó y después de caminar media milla lo encontró en un campo de girasoles. La niña recuperó el sombrero, se lo encasquetó en la cabeza y resuelto el problema el tren reemprendió la marcha. Sucesos como éste hicieron que la autoestima de Gertrude Stein tuviera una base muy sólida desde su más tierna niñez.

Eran muchos los que estaban dispuestos a recoger su sombrero, aunque algunas veces se comportaba con ellos como una clueca amorosa

Habría que preguntarse si uno escribiría ahora sobre la vida de esta mujer si no la hubiera inmortalizado Picasso en un retrato famoso con la mandíbula afilada, precubista, que distaba mucho de parecerse a la realidad, porque Gertrude Stein era entonces una joven de cuerpo macizo, de rostro ancho y de mejillas redondas. "No me parezco en nada", exclamó la modelo. "Tranquila, con el tiempo te acabarás pareciendo", contestó Picasso. Esta frase ha pasado a la historia, aunque realmente lo que el pintor le dijo fue que en adelante era ella la que tenía el deber de parecerse al retrato. Gertrude

 

COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,

 

 

 


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Següent   Darrer  
Resposta  Missatge 2 de 2 del tema 
De: karmyna Enviat: 01/09/2018 00:40


 
©2025 - Gabitos - Tots els drets reservats