* Hebreos 12;16,17 => Esaú no se dio el tiempo de tomar consideraciones o escoger prioridades, lo que nos pasa mucho, y sin pensarlo 2 veces en una manera irresponsable prefirió su condición física o humana y se dejó llevar por el rico olor gastronómico, "olor a carne", y desear darse el "gusto"; su reflección fue no desde el valor de ser hijo mayor por tanto "menospreció" su condición de tal, le restó importancia a su derecho y solo se concentró en la comida, profanó ese derecho por satisfacer su gusto debido a su cansancio personal; se auto consoló preguntándose: ¿para qué me servirá ésta primogenitura?, si igual me voy a morir, de qué me aprovechará?, y resolvió "entregar" o vender bajo juramento que le pasaba su derecho a Jacob su hermano menor.
Por cierto ya estaba profetizado... Génesis 25;23 y solo se dio cumplimiento pero de ésto, nosotros debemos aprender a valorar nuestro derecho de hijo de Dios, no podemos entregar nuestra santidad por un momento de placer, no podemos menospreciar nuestra condición de hijo de Dios por una satisfacción pasajera y carnal; sin santidad nadie se podrá encontrar con el Señor, sin santidad nadie llagará al reino de Dios, sin santidad nadie entrará a la presencia de Dios... Salmos 24;3-6, Esaú se deshizo de algo que era solo para él.

* Génesis 27;35,36 => recuerda que en todo éste trueque reiterado existió la mentira y el engaño para usurpar la bendición de Isaác el padre, hubo falsedad de identidad, con engaño se hizo pasar por quien no era, luego Esaú trató de exculparse explicando que Jacob se había "apoderado" se su derecho, que le había arrebatado su primogenitura, mas pretendiendo recuperarlo no lo pudo, demasiado tarde se dio cuenta que fue un acto voluntario y convenido entre ambos; sabes si Esaú volvió o recuperar su derecho devolviendo el plato de lentejas?, lo intentó pero no lo logró... Hebreos 12;17.

* 1ra de Crónicas 5;1 => mi hermano/a, tu primer y mejor derecho que tienes es ser hijo de Dios... Juan 1:12, pero eso lo defines tu; conserva tu derecho a costa de cualquier precio o necesidad, que siendo como tal, lograrás el beneficio de la santidad y comunión con Dios; que no te pase como a Rubén otro de los hijos de Jacob que violó el lecho de su padre al acostarse con su madrastra, es decir, pecó en contra de su padre y perdió sus derechos de hijo mayor; no pierdas tus derechos por ninguna necesidad y menos de cansancio que el diablo no te los devolverá, no menosprecies lo que eres por Cristo; no seas profano como Esaú, evita el cansancio y date un tiempo de reflexión en tu vida dándole valor a las cosas de Dios, acércate a Jesucristo y encontrarás el descanso que necesitas para conservar tus derechos y fidelidad a tu Dios.

 

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