Fray Luis de León es, sin duda alguna, uno de los más grandes poetas poetas españoles de todos los tiempos. Había nacido en Belmonte (Cuenca) en 1527, aunque algunos autores dan como cierto los años 28 y 29 del mismo siglo.

   Su vida daría materia para una novela histórica como las que gustan tanto hoy: vocación religiosa, estudios de latín, griego y hebreo, luchas académicas, envidias, acusaciones infundadas, procesos inquisitoriales, rehabilitaciones, honores, vilipendios; de todo hay en la vida de este hombre que no aspiraba más que a una existencia sosegada, tal como dejó escrito:

¡Qué descansada vida

la del que huye del mundanal ruido

y sigue la escondida

senda por donde han ido

los pocos sabios que en el mundo han sido!

Que no le enturbia el pecho

de los soberbios grandes el estado

ni del dorado techo

se admira fabricado

del sabio moro, en jaspes sustentado.

No cura si la fama

canta con voz su nombre pregonera,

ni cura ni encarama

la lengua lisonjera

lo que condena la verdad sincera. 

   Ingresó joven en la orden de los Agustinos y en 1561 obtuvo la cátedra de teología escolástica en la Universidad de Salamanca "en competencia de siete opositores de los cuales cuatro eran catedráticos. Entonces votaban las cátedras los mismos estudiantes cuyas voluntades procuraban granjear los que pretendían ser  catedráticos con una infatigable aplicación a su enseñanza para obligarlos más".

   Por primera vez fue denunciado a la Inquisición por una lección que dio sobre el matrimonio. ¿Era de ascendencia judía fray Luis de León? El caso es que a ello se aludió para atacarle, insinuando que, por esta razón, daba interpretaciones rabínicas a pasajes de la Sagrada Escritura.

   Para acabarlo de arreglar fray Luis había traducido al castellano el Cantar de los Cantaresdirectamente del hebreo sin pasar por la Vulgata. Se añadió a ello el haber afirmado que dicha Vulgata estaba equivocada en algunos pasajes y que, de acuerdo con el texto original hebreo, era susceptible de correcciones. Por ello fue condenado y conducido a prisión.

   "Contestando fray Luis de León a las acusaciones de fray Vicente Hernández sobre que era piedra de escándalo poner en romance los Cantares de Salomón, responde:

   "-A este hombre, el oír besos y abrazos, ojos claros y otras palabras destas de que está lleno el texto de aquel libro le escandalizó los sentidos. No se percataba cuando lo leía en latín, si alguna vez lo llegó a leer, y le hirió el oído por oíllo en romance." 

Aula fray Luis de León. Universidad de Salamanca  

Y es que el problema estaba precisamente aquí: en traducir en lengua vulgar el texto de la Biblia. No se olvide que en estos momentos triunfaba el protestantismo con su doctrina de interpretación libre de la Sagrada Escritura y las autoridades eclesiásticas consideraban sospechoso todo intento de popularizar el Libro Sagrado.     

   El proceso y la prisión de fray Luis de León duró cuatro años y al final fue absuelto de todos los cargos y repuesto como catedrático en Salamanca.

   Durante sus años de encierro fray Luis escribió la mayor parte de su obra De los nombres de Cristo y es célebre la décima: 

Aquí la envidia y mentira

Me tuvieron encerrado;

Dichoso el humilde estado

Del sabio que se retira

De aqueste mundo malvado,

Y con pobre mesa y casa

En el campo deleitoso

A solas su vida pasa,

Con sólo Dios se compasa,

Ni envidiado ni envidioso.

   El día de su incorporación en la cátedra el aula se vió repleta de estudiantes y profesores esperando las primeras palabras de fray Luis. ¿Intentaría justificarse?, ¿atacaría a sus acusadores? Pero la gran lección de fray Luis fue la más inesperada. Mirando a la concurrencia empezó diciendo:

   -Dicebamus hesterna die...

   "Decíamos ayer", y continuó su clase en el punto que la había dejado hacía cuatro años como si no hubiese pasado nada.

   Fue su gran lección de serenidad y paciencia cuyo eco ha perdurado hasta nuestros días.

   Continúo con su labor de profesor y aunque algunos colegas intentaron recitar viejos problemas con referencia a sus doctrinas sobre la predestinación lo cierto es que contó con el apoyo y protección de sus superiores, que le incitaron y obligaron, incluso por voto de obediencia, a que publicase sus obras.

   El 1591 fue elegido provincial de los Agustinos de la provincia de Castilla, pero a los nueve días de ser elegido moría, y fue enterrado en el claustro del convento de los Agustinos de Salamanca.

   Fray Luis conocía profundamente no sólo las lenguas y literaturas latina, griega y hebrea, sino que su erudición era vastísima en el campo de la filosofía, la historia y la filología. En sus obras son frecuentes las citas y alusiones a autores clásicos y su poesía está considerada hoy como uno de los monumentos más grandes de la literatura en lengua castellana.

   La cátedra en que según tradición secular dio su lección fray Luis se conserva en la Universidad de Salamanca.

CARLOS FISAS   

Frases que han hecho Historia

Aula fray Luis de León. Universidad de Salamanca