R/. Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco;
de ti sedienta está mi alma. Señor,
todo mi ser te añora, como el suelo
reseco añora el agua. R/.
Para admirar tu gloria y tu poder,
anhelo contemplarte en el santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia;
siempre, Señor, te alabarán mis labios. R/.
Fuiste mi auxilio y a tu sombra,
canté lleno de gozo.
A ti se adhiere mi alma y tu diestra
me da seguro apoyo. R/.