Del salmo 12
R. Confío, Señor, en tu bondad.
Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío.
Sigue dando luz a mis ojos
y líbrame del sueño de la muerte,
para que no digan mis adversarios
que me han vencido ni se alegren de mi derrota. R.
Pues yo confío en tu lealtad,
mi corazón se alegra con tu salvación
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho. R.