1.1.3. Nuestra Señora del Pino
En la boca del camarín, 
ocupando posición central en el 
retablo, aparece, en apoteosis, 
la imagen tardogótica de la 
Virgen del Pino, con su indumentaria
 barroca (36). Se adorna con símbolos
 marianos, labrados en plata, como el
 sol de ráfagas que la rodea y la luna a
 sus pies, todo cobijado por las andas
 de baldaquino. El conjunto responde a la
 renovada exaltación de la marianidad
 que supuso la reacción contra 
la Reforma (37).
1.2. Calle lateral derecha
1.2.1. Santa Ana y la Virgen
El relieve tiene como tema a Santa 
Ana instruyendo a la Virgen Niña,
 la figura de la madre aparece 
sedente, mientras la Virgen sigue 
atentamente sus enseñanzas. La escena 
se puede relacionar con el cumplimiento
 de la promesa, por parte de su madre,
 de consagrar María a Dios desde
 su infancia. Aquí se representa en
 una de las formas más habituales:
 Santa Ana con manto verde
 (color de la primavera, el renacer,
 la inmortalidad), y vestido rojo
 (el amor). Tal como lo propagó la
 Contrarreforma, este relieve se 
refiere a la educación 
de la Virgen (38).
1.3. Calle lateral izquierda
1.3.1. La Visitación
Esta escena está en relación con 
el pasaje bíblico de San Lucas, 
donde se narra la visita, que 
tras la anunciación de su maternidad,
 realiza la Virgen María a su prima
 Santa Isabel. Desprovista de fondo,
 como en el caso anterior, la versión
 se simplifica con los dos personajes
 femeninos centrales. Las dos
 mujeres se abrazan protocolariamente
 haciendo Isabel un ademán de 
arrodillarse, en un claro homenaje
 de reconocimiento a la madre de 
Dios, que aparece de pie sobre un 
pequeño pedestal. Esta es la 
fórmula más empleada en la 
Contrarreforma (39).
2. SEGUNDO CUERPO O ÁTICO
2.1. La Aparición de la Virgen 
en el pino
En el interior del ático la única 
imagen es el relieve de la aparición
 de la Virgen en el pino. La escena
 está notablemente simplificada en
 relación con el relato tradicional
 de la Aparición, prescindiéndose de
 todos los elementos más anecdóticos;
 sólo quedó lo esencial: la Virgen y
 el pino. El árbol se relaciona con el
 "axis-mundi", imagen que desde la 
antigüedad es expresión de la 
comunicación 
con el cielo. El árbol también estuvo 
asociado con el culto a la diosa tierra,
 símbolo femenino de la fecundidad,
 indicando la Inmortalidad, la Sabiduría,
 la Juventud, etc. En palabras de 
Mircea Eliade: " el árbol ha llegado 
a expresar todo lo que el hombre 
religioso considera real y sagrado
 por excelencia" (40).