En una reunión de feministas, sube al estrado una feminista limeña y cuenta su historia:

- "Una vez yo llegué a casa y le dije a mi esposo: "¡Yo vengo muy cansada de la oficina y a partir de hoy no voy a volver a cocinar!...". El primer día no vi nada, el segundo día no vi nada, el tercer día lo vi cocinando y desde ese día es él quien se encarga de la comida".

¡¡¡Bravo!!!, ¡¡¡hurra!!!, gritaban y aplaudían las feministas...

Le toca el turno a la feminista "charapa" que cuenta su historia:

- "Una vez yo llegué a casa y le dije a mi esposo: "Yo vengo muy cansada del trabajo y a partir de hoy no voy a volver a lavar la ropa!...". El primer día no vi nada, el segundo día no vi nada, el tercer día lo vi en la lavadora y desde ese día es él quien se encarga de lavar la ropa".

¡¡¡Bravo!!! , ¡¡¡hurra!!! , gritaban y aplaudían las feministas...

Le toca el turno a la feminista "serrana" que cuenta su historia:

- "Una viz yo lliguí a casa y li diji a mi esposo: "¡Yu vengo muy cansada dil trabajo y a partir di hoy no voy volver a cocinar ni lavar rupa!...". "Primer día nu vi nada, segundo día nu vi nada, al tercer día ya veía un puquito por el ojo izquierdu".