"Si ustedes se mantienen fieles a mi Palabra, serán de veras mis discípulos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres." Juan 8:31- "
Nadie es tan libre como parece. Es cierto que los presos no tienen libertad, que están condenados a vivir en la cárcel por los crímenes que cometieron.
Es cierto que los chicos que van al colegio no tienen tanta libertad y que están obligados a asistir a clase todos los días del año. Es cierto que los que fichan en el trabajo no tienen tanta libertad, porque si llegan tarde, les descuentan el premio de asistencia.
La libertad que proclamamos está bastante limitada. Incluso, hay elementos no visibles que nos acotan la libertad. La vergüenza es una terrible prisión, que evita que muchas personas sean sociables.
Los complejos, los miedos, la falta de ropa de marca, la falta de dinero son cosas que a determinada edad, nos limitan la libertad de hacer nuevos amigos.
La gran mayoria de los chicos de hoy, no hacen nuevos amigos porque tienen miedo de lo que van a decir de ellos si se acercan a hablar. Y suponen lo que los otros van a decir de ellos y se quedan en un rincón, sin hablar, sin animarse.
Dejaron de ser libres, por los complejos o por la vergüenza. Jesucristo también nos vino a dar libertad en este tema. No es solamente una libertad espiritual de las garras del pecado. No nos libera solamente del infierno (aunque ya esto es demasiado bueno).
Jesucristo tambien nos ofrece la libertad de las otras prisiones que nos esclavizan y humillan. Y nos promete que si tenemos la fuerza para mantenernos fieles a Su Palabra, vamos a ser libres.
No es que nos va a cambiar el carácter, que vamos a dejar de ser tímidos y vamos a ser el centro de todas las fiestas. Jesucristo nos ofrece la libertad del miedo y la desvalorizacion personal. Solo alguien que sabe lo que vale y que conoce su potencial, tiene la fuerza de enfrentar nuevos desafíos.
Y esto es lo que caracteriza a un verdadero discípulo de Jesús. Es alguien que sabe el valor que tiene su vida. Que conoce el costo de la salvación de su alma y que tiene plena conciencia, que dejó de ser un tizón del infierno para convertirse en un hijo de Dios.
Si eres un fiel discípulo de Jesucristo, liberate de verdad, eres una persona especial y valiosa. Eres el hijo del Rey. No eres uno mas del montón. Eres especial.
Solo el discipulo es liberado.
GRACIAS A LA HNA. SILVIA RODRIGUEZ POR EL FONDO PEDRO PABLO DE CHILE
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