Cuando alcanzas la iluminación no te conviertes en una nueva persona. En realidad, no ganas nada, si no, que pierdes algo; pierdes tus cadenas, tu esclavitud y tu sufrimiento; no paras de perder. La iluminación es una sucesión de pérdidas; no ganas nada. Ese estado en que no te queda nada por perder es el nirvana; a ese estado de silencio absoluto podemos llamarlo iluminación. Yo no te prometo nada. No te prometo el reino de Dios ni te prometo la iluminacion; no hago ninguna promesa. Mi única propuesta es vivir cada momento, iluminado o sn iluminar, ¿ Que importa eso? Vivir cada momento alegremente, extáticamente;  vivir cada momento de manera total, intensa y apasionada. Si uno vive apasionadamente, el ego se desvanece. Si uno se implica totalmente en sus actos, al ego no le queda mas remedio que desvanecerse. Es como cuando un bailarin sigue bailando sin parar hasta que llega un momento en que solo queda el baile y el bailarin desaparece. Cuando el autor y el manipulador han desaparecido; cuando no hay nadie en tu interior y solo queda vacuidad, nada; eso es la iluminación. Y todo lo que surge de ese espacio maravilloso,  esta dotado de belleza y elegancia.