Tu duelo cierto es mi duelo infinito, tu dolor recorre cada poro de mi piel, se arrastra cual felino en mi espalda, y no cesa de golpear mi frente amplia.
Los golpes de tu puño cerrado duelen, directo a mi corazón que estaba amando; después de tanto tiempo cierras puertas, que pensé estaban en sombras guardadas.
Impotencia de tenerte lejos pero cerca, saber que jamas serás feliz solo conmigo, en este lecho de rosas quisiera morir ahora... rodeada de tus brazos que casi no retienen.
Lágrimas rodaron porfiadas luchando solas, apretando mis dientes para ahogar los gritos; el olvido se enemistó con la cordura negra, y la decepción eminente acabó con tu luz.
Así en silencio respiro y ya duermo mi final, con la certeza de haberte amado sin tregua; entregándote mi sangre hasta quedar vacía, adorándote de por vida... cierro mis ojos amor.
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