El  árbol  nace para purificar el aire, para embellecer el lugar donde se asienta, sus flores de colores inigualables excitan el sentido mas delicado, sus frutos invitan a tomar el dulce almibar de su pulpa, todos ellos son  regalos  que recibimos de la sabia  naturaleza, creada  para que apreciemos su delicada textura y tengamos presente de donde procede tanta beldad...Y lo protejamos siempre.
Por ser como eres  te  prometo poner sumo cuidado en  defenderte de tanto intrusismo en   tu  mundo, yo te abonaré donde tu mores y te mantendré libre, para que sigas siendo el descanso de todo el que pose su vista en tu hermosa fronda y sea aliviado un poquito, de su penoso discurrir por la vida. Autor:  Casimiro López Cano.