Alabado sea Jesucristo…
 Es  fácil notar que las palabras “miseria” y “misericordia” son de la misma  familia. La palabra “misericordia” está formada por la palabra  “miseria” y la palabra latina “cor”, que significa “corazón”.  Precisamente la misericordia consiste en mirar la miseria con el  corazón.
 ¡Así  es la mirada de Dios! Nada retrata mejor a Dios que su infinita  misericordia. Ninguna miseria humana es más grande que la misericordia  de Dios. Si recordamos el Evangelio de ayer Jesús nos dice “Baja pronto  de tus dudas, de tus miedos, de tus indecisiones. Quiero alojarme en tu  corazón, porque el Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que estaba  perdido”.
 Señor,  yo soy pecador como Zaqueo, pero no te busco tanto como él. ¡Mírame  también a mí! Necesito experimentar tu misericordia y sentirme  perdonado.