Alabado sea Jesucristo…
 Concédeme,    Señor, abundancia de lágrimas para mantenerme humano, abundancia de    sonrisas para mantenerme cuerdo, abundancia de contratiempos para    mantenerme humilde.
 Concédeme,    Señor, abundancia de aciertos para mantenerme confiado, abundancia de    paciencia para seguir esperando, abundancia de esperanza para   sobrevivir  en la duda.
 
 Concédeme,    Señor, abundancia de amigos para recuperar el ánimo, abundancia de    recuerdos para adquirir consuelo, abundancia de fe para creer en ti.
 
Sagrado           Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para        adorarte  y   servirte. Hagamos como decía San Agustín:  Señor a Ti    solo     busco, a  Ti   solo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es      conocerte  y  amarte.  (Sol   1,1,). La mies es mucha y pocos son  los     obreros para   recogerla.  Es la   Palabra de Dios. Alabado sea      Jesucristo. Amén. Yo   siembro cada  día   Pequeñas Semillitas, con  el     vehemente deseo de que   se propague la  Fe, en   el Sagrado  Corazón  de    Jesús y suplico a todos   los creyentes y  no   creyenes,  que  pidan  al   Señor Jesucristo en   oración, que no haya más     guerras ni  hambre  en   el Mundo y reine la Paz   en todos los rincones   del    Orbe. Así  sea.   Detente, el Sagrado  Corazón  de Jesús está  conmigo.     Casimiro  López