Tú eres la flor del cerezo, tu color es puro y blanco, tan blanco como la cal .
  
 Hueles a lirio del campo como tienes tantas flores,  eres un jardín floral.
  
 Tu semilla es roja y dulce, como la más dulce miel, quien fuera una mariposa para libar en tu edén.
  
 Siempre en cada primavera te vistes con  flores mil, que precioso está tu cuerpo,  como te ves relucir.
  
 Vistes con mucho esplendor, me quedo absorto mirando como el mejor labrador; pensando que su cosecha se la debe a una flor.
  
 A la flor de su trabajo, a su esfuerzo y a su amor.
  
  Junto   a  tu dosel  florido, hay flores de mil colores, amapolas, asucenas,   lirios  morados y blancos,  con  rocío de mil albores.
 
  Esas perlas de rocío, son lágrimas del labrador, porque perdió sus cosechas, todas del año anterior.
 
 Trabajós que son muy duros, duros como el pedernal, resulta que  sus  beneficios se los llevan los  demás.
 
 El carga con el trabajo, con la renta y el costal, quiere tirar la toalla y ponerse a descansar. Pero antes de todo eso;
 
 Quiere   cuidar su cerezos, que los sembró con amor, por eso le dan tantas   flores,  flores que son de dolor, no quiere dejarlos solos, a sus   cerezos en flor.....
Autor:
Casimiro López Cano.