11ª Parte:
El Sol esplendoroso
se ilumina a tu paso,
realza tu sonrosada piel de melocotón
formando turbulencias en mi corazón...
Tus ojos de zafiro
Son de una transparencia tan radiante y diáfana
que privando vienen y van, mi razón,
despertando, en mi, la esperanzada ilusión
Tus cabellos son bruñidos hilos de oro
finas hebras del más rico tesoro,
y cuando sonríes
mostrando las bellas perlas
de tus dientes
finos y nacarados,
a tu paso rindes los corazones
de los enamorados ...
Tu alma se vislumbra de ángel
Suave
Dulce,
Sutil...¡ Alada!
Eres tú
bella Dama de Blanco
cual la brisa ligera
que viene sobre la mar
y nos acaricia dulcemente al pasar
dejando en nuestro anhelo
un tejer de sueños
y velos
que emulan las ninfas azules
que envueltas en sendos tules
en sus danzas sobre la dorada arena de la mar
y de todo mi razonar
me vienen a privar
es tal su belleza
es tal su radiante esplendor
tan extremo su fulgor
que yo me siento morir de amor...
¡ Ay ...!
tu recuerdo en mi ha de brillar
como el firmamento
cuando todos sus astros
nos maravillen con su grandioso iluminar
de tu esplendor,
con amor,
podrás saciar...
Continuará...
|
Assunto anterior
Primeira 