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Enviado: 26/05/2014 14:17 |
lunes, 26 de abril de 2004
LA ROSA BLANCA...
Mi amor, hoy , antes de irme
te regalé mi preciada rosa,
sobre tu almohada la he dejado,
era una rosa blanca,
pura, fragante y hermosa
para un amor soñado,
para ti... ¡ Mi amado!
Simboliza las hojas, en blanco, de mi vida,
ella te hablará de mis penas y tristezas
y de todas sus contadas alegrías,
te llevará a mis versos
sueños
y anhelos,
también a mis ocultos miedos
y flaquezas
Ha sido cultivada
en el invernadero de mi alma ,
un paraíso, en medio de la seca estepa
y, a veces, bañada
por las amargas lágrimas,
de mi soledad
y exhala la fresca esencia
de mi presencia,
y el triste y frío
vacío
de tu ausencia,
emanando oleadas
de perfumadas
fragancias
para el necesario olvido...
Consérvala ahora que está fresca,
y cuando, pasado el tiempo, la veas seca
marchita y deshojada,
coloca sus frágiles pétalos
entre los folios
de una de las más bellas
páginas
jamás escritas,
por mi,
al amor que sentí por ti,
a un prohibido amor...
esa página será,
ya para siempre,
¡ La nuestra,
la que yo dedicaré
a su eterna gloria
y memoria...
*
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