EL MOMENTO



Siento tu piel recorrerme
lado a lado las heridas
suave manta que refresca
la fogata de mis días…

Dulce beso de tu boca
que me embriaga de alegría
humedeces mis rincones
como oleada embravecida…

Y el instinto surge al tacto
de tus manos con las mías…
Hipnotismo que me ciega
frente a las tenues caricias.

Y mi cuerpo se agiganta
como una cumbre perdida…
Y te posas en mi cuello
cual mariposa dormida.

Cierro los ojos… me llevas
agitándome sin prisas…
vendaval que me sacudes
entre besos y caricias.

Al ritmo del corazón
que late junto a mi pecho
me entremezclo con tus pulsos
y en la hoguera de mis ojos
se van fundiendo los tuyos.

Los caminos de tu espalda
que se arquean a mis dedos
hacen que todo tu cuerpo
al rozarme me estremezca…

El jardín que vive en mi
se hace tierna primavera
y abren todos los pimpollos
al agua de tus caderas…

Y seduces con tu encanto
las barreras que me encierran.
A los ojos de la noche
le arrebatas las estrellas.

Y cabalgas en mis sombras
con libertad y cautela
coronándome de glorias,
de pasiones y de hierbas.

En la entrega complementas
la razón de mi existencia…
¿Cómo se puede morir
y vivir al mismo tiempo?

Ya no existe explicación
es como tocar al cielo
el instante en que los dos
somos uno en el encuentro…