En mi adolescencia experimenté
la magia del primer beso
con que emoción lo viví
un suspiro escapó de mi pecho.

En mi tierna y candorosa adolescencia  experimenté la sublime magia del primer beso.

Mi amado y yo, solos en el portal de mi casa, en un sereno anochecer titilando las primeras estrellas, con todo el embrujo de su luz y la cara risueña de la luna compañera de todos los enamorados, se juntaron por primera vez nuestros labios.

Fué un beso furtivo, casto, cálido ,verdadero y suave como el roce de una pluma.

Se alteró el ritmo de mi corazón y pareció escaparse de mi pecho, era tanta la emoción y la dicha que sentí, que ese momento quedó impreso en lo más profundo de mi ser para no olvidarlo jamás.

Después de ese, vinieron muchos más, y cada uno lo fuimos viviendo de acuerdo al momento, pero siempre dulces, límpidos, llenos de un sincero amor que nos hizo vivir muchos años juntos en felicidad hasta su partida.

La magia de ese primer beso, tan lleno de encanto, que enciende mil ilusiones y matices de mil sensaciones, creo yo ninguna mujer podría olvidarlo.

Yo todavía lo recuerdo.