
FUE UN DESTELLO
Fue un destello, un instante, un saber profundo,
quizás en tu risa que rompió mi soledad,
o en la calma serena que encontré en tu mirar,
pero desde entonces, mi alma, sin dudar,
ha decidido amarte, sin tregua, sin final.
No pido versos pulidos, ni juramentos al azar,
solo este torrente de sentir, puro y real,
que fluye sin cadenas, sin nada que disfrazar,
directo desde el alma, para ti, mi singular.
Tu nombre es melodía en mi quietud,
y cuando el silencio intenta mi voz acallar,
se desliza en mis labios, como brisa de virtud,
un suspiro que te busca, que no puede parar.
Quiero ser tu refugio en la tempestad,
tu nido tibio, tu ancla, tu verdad.
Por eso hoy te lo digo, con toda mi lealtad,
sin filtros ni rodeos, con mi alma por verdad:
Te amo con todo lo que soy,
y con lo que el futuro me dará.
De la Mora
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