Soy receptivo a la abundancia del universo, recibo prosperidad en muchos modos.
Prosperidad
Al saludar al sol y reconocer las bendiciones de un universo abundante, mi corazón se emociona y se llena de gratitud. Me maravillo por la inmensidad de la provisión divina.
Siento agradecimiento por las muchas maneras en que mi vida es enriquecida: relaciones personales amorosas, un ambiente que me apoya y medios para expresar y compartir mis dones dados por Dios.
A medida que utilizo mis dones para tocar las vidas de los demás, recibo aun más bendiciones. Cuando comparto la abundancia que viene a mí, abro un canal para recibir aun mayor prosperidad. ¡Mi aprecio por las bendiciones de Dios aumenta día a día!
“Se maravillará y ensanchará tu corazón porque se habrá vuelto a ti la abundancia del mar.”—Isaías 60:5