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      Recuerda que tu no eliges al amor. EL AMOR TE ELIGE A TI. Todo lo que puedes hacer realmente es aceptarlo, por todo su misterio, cuando entra a tu vida.
 Siente como él te llena hasta derramarse, y entonces encuentra la manera de
 compartirlo.
 
 Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida. Dalo a otros que sean pobres
 de espíritu. Dalo alrededor del mundo en todas las formas que puedas.
 
 Es entonces que muchos que aman cometen un error, porque habiendo estado
 mucho tiempo sin amar, ellos entienden el amor como únicamente una
 necesidad.
 
 Ellos ven sus corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el
 amor, y ellos empiezan a ver el amor como si fuera algo que fluye para ellos
 en lugar de fluir desde ellos.
 
 Acuérdate de eso, y mantenlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo,
 sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.
 
 Tu no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar o insistir para que se quede.
 Tu solo puedes abrazarlo cuando él llega, y repartirlo con los otros cuando
 él venga hasta ti.
 
 
 
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