MAMA

los recuerdos vienen a mi mente

en las cálidas, tardes cuando estabas conmigo

siento aun tus manos acariciando mis mejillas.

Y si no fuera, porque no te veo

pensaría, que todavía estas aquí

quiero encontrarte, en el  aroma de las flores

en el canto de las aves, en el suave murmullo del silencio.

Aun recuerdo,  cuando tus dedos se deslizaban

entre mis cabellos,  cuando era niña y me peinabas 

es difícil, no tenerte pero tengo la suerte

que tú recuerdo, me acompaña.

Mamá,  te fuiste sin decir adiós porque el dolor de dejarme

no te lo permitió,  serás el ángel  de mi guarda, el de nuestra  oración

y, algún día bajo el azul del cielo, y entre nubes de algodón

estaremos  siempre juntas, en la eternidad de Dios. 

    Mónica Lourdes Avilés Sánchez.