Hay noches en las que después 
de un ataque de ira, 
me relajo intentando 
recomponer mi agonía 
y arrancando una hoja de papel 
de cualquier libreta, 
escribo los versos que 
poco a poco se marcan en 
mi frente 
con tinta invisible 
e imborrable. 
Así, sin darme cuenta de ello, 
es como nacen de mí 
bellas palabras 
antes nunca vistas por 
mis ojos ni por mi alma. 
 
Palabras de las cuales 
necesito su lectura. 
Palabras que han llenado 
mi corazón, 
mucho antes de ser parte 
de cualquier escrito. 
Palabras que aunque luego 
el futuro carbonice el papel 
donde se alojan, 
nunca dejaran de existir 
y de marcarme en algún momento 
de mi existencia. 
A donde yo vaya me seguirán, 
a donde decida irme 
ellas me esperaran, 
a donde llegue, 
ellas me acompañarán 
y juntas 
recordaremos su nacimiento, 
porque ellas y yo sabemos
 que aún quedan 
mil poesías que nacer de mí .
 
MONTSE