Soy un pobre loco,

un infeliz desesperado,

me esfuerzo tanto en olvidarte,

que de mí ya me he olvidado

Ya no me reconozco,

ante mí el espejo en blanco,

mi sombra no me sigue,

mi cordura se ha escapado.

Palabras al vacío,

horas que se vuelven en un entreno silencio,

recuerdos que me acosan,

escucho pasos a lo lejos.

En este cuarto blanco,

al que ahora llamo hogar,

es en donde pienso,

con mi vida terminar.

Ese letal veneno; tus besos y caricias,

han hecho que me pierda,

en un mundo de cabeza, donde sólo habita

el dolor y la tristeza. 

Mi final se aproxima,

tanto lo he esperado,

y es que fui sólo un idiota

por haber dicho te amo.

Por buscar el amor,

la tragedia encontré,

ya no existo más,

el dolor... Se fue.

Lo que tanto anhelaba tengo,

por fin de este mundo me fui,

más... ¿Por qué aún veo mis recuerdos?

¿Será que aún sigo aquí?

No...¡Mi sufrimiento ha acabado!,

con mi vida termine,

¡será mi castigo recordarte!

¿Mi castigo será verte una y otra vez?

Si es así...

mi sentencia eterna; a ti estar atado,

tus recuerdos son mi infierno,

ni la muerte me ha librado.

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