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Uno de los regalos de cumpleaños ha sido un libro. Vivir cada segundo, de Lance Armstrong. El verano suele ser la época del año que me deja tiempo para la lectura y si además es un libro motivante como éste, las páginas van volando.
El libro cuenta parte de sus gestas ciclistas en el Tour y parte de sus momentos personales, rememorando en ocasiones su lucha contra el cáncer del que salió tan indemne que fue capaz de ganar posteriormente siete tours de Francia seguidos, el único ciclista en la historia en conseguirlo.
Uno de sus pasajes me ratificó que los triunfadores en la vida, sea deporte o sea lo que sea, se diferencia, sobre todo por el talento, pero sin lugar a dudas, por la perseverancia y por la lucha de su objetivo.
Además Armstrong apuntó una cosa curiosa que va hacia el ensayo y el error como punto principal para aprender de los fallos y aglutinar una experiencia que te de a corto, medio o largo plazo, el triunfo a través de tu objetivo conseguido.
... por lo general, una de las cosas más difíciles de este mundo es hacer lo mismo dos veces. Cuando lo has hecho una vez, hay menos motivos para repetirlo, porque hay muchísimas otras cosas que podrían hacerse en su lugar. Esto era más cierto de lo que yo quería admitir...
Viene a ser un resumen de ese dicho: lo difícil no es llegar sino mantenerse, bien porque la motivación desciende, bien porque el camino hacia esa meta es complejo y la aparición de problemas suelen ser diferentes a los de la vez anterior. Por eso, a base de empeño, de levantarte tras un fracaso y sobre todo, con mucha paciencia y tesón, se consiguen las metas. Aunque (no es el caso de Armstrong) , unas veces se pierde y otras veces se gana. Así de sencillo.
No me parece inverosímil que en algún anaquel del universo haya un libro TOTAL, (lo repito; basta que un libro sea posible para que exista. Sólo está excluido lo imposible.); ruego a los dioses ignorados que un hombre _ ¡uno sólo, aunque sea, hace miles de años!_ lo haya examinado y leído. Sí el honor y la sabiduría y la felicidad no son para mí, que sean para otros. Que el cielo exista, aunque mi lugar sea el infierno. Que yo sea ultrajado y aniquilado, pero que en un instante, en un ser, Tu enorme biblioteca se justifique." Borges
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