Tocar este tema, provoca  contrariedades en algunas mujeres, en otras, vergüenza y en el resto un  sentimiento de tristeza.
Pocas lo afrontan como lo que es,  una expresión de la madurez femenina.
La menopausia es una   etapa en la vida  de la mujer que, no tiene porque causar trastornos que   afecten su buen estado  general, es el periodo que termina la fase   reproductiva de la mujer y empieza al  terminar su menstruación.
La menopausia es una etapa  difícil para quienes no se preparan con tiempo a recibir los cambios naturales  en su organismo.
La menopausia  natural se produce por el cese  de  la actividad del ovario, es progresiva, y   produce una disminución de  los niveles de hormonas sexuales en el   organismo. 
Al   principio, la disminución de los  estrógenos da lugar a ciclos   menstruales más cortos  y posteriormente, las  variaciones en los   niveles hormonales hace que unos ciclos menstruales se  acompañen de   ovulación y otros no.
 
Aunque no es una norma   general, se  puede decir que la mujer que empezó la menstruación antes   es más probable que  también note la menopausia antes.
Se considera que  ha llegado la  menopausia, cuando una mujer lleva entre 6 y 12 meses  consecutivos sin menstruación, sin que haya una causa patológica que la  ocasione.
No   siempre todo lo que se dice de la  menopausia es cierto, como que las   mujeres pierden interés por el sexo, o que  tienen más cambios de humor   por causa de ella![]() El problema de la  menopausia es el deterioro que se produce en la salud de la mujer como  consecuencia de la pérdida casi total de la producción hormonal  femenina.
El problema de la  menopausia es el deterioro que se produce en la salud de la mujer como  consecuencia de la pérdida casi total de la producción hormonal  femenina.
Al acercarse la menopausia, es posible  que las mujeres noten:
-      Cambios  en su período menstrual, como variaciones en el flujo menstrual o el intervalo  entre los períodos menstruales.
-       Sensaciones repentinas de calor (sofocos o calores) en la cara, el cuello y el  pecho.
-      Sudores  nocturnos y problemas para conciliar el sueño que pueden causar cansancio,  tensión o nerviosismo.
-      Cambios    vaginales, como sequedad en la vagina y tejido vaginal que se vuelve más    delgado, además de dolor durante las relaciones sexuales.
-      Pérdida  de calcio en los huesos, que puede reducir su estatura y causar fracturas de los  huesos.
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En muchas mujeres,  algunos de estos síntomas desaparecen con el tiempo sin necesidad de  tratamiento.
Se sabe que la falta de hormonas está  muy relacionada con todos estos síntomas pero también existen otros factores,  así que no hay que creer que las hormonas son el remedio y que  al tomarlas todo se solucionará.  Son muy seguras, si bien es   cierto que  pueden ayudar en ciertos aspectos, lo que no se debe hacer,   es  comprar y  consumir hormonas sin consultar con un profesional,  nunca  se debe hacer una  valoración entre ventajas y riesgos antes de   tomarlas.
Durante la menopausia se  puede y debe mantener una buena calidad de vida. 
Para   ello es imprescindible  seguir unas pautas orientadas a controlar los   factores de riesgo que pueden  llegar a desencadenar trastornos   importantes.
La menopausia no se puede evitar, pero sus efectos si se pueden minimizar.
-       Realizando ejercicio físico de forma regular.
-       Suprimiendo malos hábitos como el tabaco o el alcohol.
-       Controlando la   obesidad (disminuyendo la ingesta calórica, realizando ejercicio    físico, aumentando el consumo de calcio).
-         Evitando la hipertensión arterial (controlando el peso, la dieta, el   ejercicio  físico, la supresión del tabaco y con tratamiento médico si   fuese  necesario).
-       Controlando el   colesterol con dieta equilibrada y rica en calcio. Las  necesidades   de  calcio al día en mujeres postmenopáusicas es de 1500  mg/día.
-       Controlando  factores de riesgo para la osteoporosis.   Los huesos  están sometidos a un remodelado continuo mediante procesos   de formación y  reabsorción, también sirven como depósito de calcio  del  organismo. A partir de  los 35 años se inicia la pérdida de  pequeñas  cantidades de hueso. Diversas  enfermedades o hábitos de vida   sedentarios pueden incrementar la pérdida de  hueso ocasionando   osteoporosis. 
Algunas mujeres están, también,  predispuestas a la osteoporosis por una baja masa ósea en la edad  adulta.
El Tratamiento   Hormonal Sustitutivo  solo debe utilizarse cuando esté indicado. Después   de que en 2002 un ensayo  clínico reveló que la terapia hormonal   sustitutiva (THS) puede tener efectos  secundarios adversos, esta solo   se recomienda a un reducido número de mujeres y  en la dosis mínima más   efectiva y durante el mínimo tiempo posible.
En el último siglo ha  aumentado los años de vida, pero la edad de la menopausia se ha mantenido  invariable entre los 45-55 años. Una mujer a finales del siglo XIX  tenía una   esperanza de vida que difícilmente pasaba de los 50 años. Hoy en día,    las mujeres tienen una esperanza de vida que ronda los 80 años. Esto   significa  que el tiempo que una mujer puede vivir después de la   menopausia supera los 30  años, lo que equivale a un tercio de su vida.
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Cuidar la alimentación durante la  menopausia
A partir de los 40   años las necesidades  metabólicas de energía de las mujeres disminuyen   alrededor de un 5 % por cada  década. Esto significa que la necesidad de   aporte calórico es menor.
Se debe seguir una dieta  equilibrada en relación a  cualidades particulares como la edad,  la talla y la actividad física, de cada mujer.
- Los alimentos ricos en hidratos de    carbono (cereales y derivados como el arroz, la pasta, el pan y los      cereales, legumbres y patatas) deben constituir la base de la   alimentación en    cantidad moderada.
- Las frutas y las verduras han de estar    presentes en el menú diario. Las verduras crudas son   más ricas en vitaminas,    minerales y fibra, lo que ayuda a mantener un   buen estado    alimenticio.
- Cuidar la grasa que se consume de origen    animal (grasa saturada) ya que aumenta los niveles de colesterol     y   favoreciendo el aumento de la arteriosclerosis. La grasa saturada abunda   en:    embutidos, bacon, manteca, mantequilla, nata, leche entera,   productos lácteos    elaborados con leche entera, productos de   pastelería, galletas y    bollería.
- El aceite de oliva y los de semillas, los frutos    secos como complemento    dietético, son alimentos son ricos en    grasa insaturada, con capacidad para reducir los niveles de    colesterol.
- El calcio es fundamental en la    prevención de la osteoporosis postmenopáusica.
 
Las mujeres con bajos niveles de deseo  sexual como consecuencia de la  menopausia tienen más probabilidades de estar   deprimidas. Además, pueden sufrir  síntomas físicos como dolores de   espalda y problemas de memoria.
El trastorno del deseo   sexual hipo activo se  define como la persistente falta de deseo  sexual  que causa del estrés o  dificultades en las relaciones  interpersonales.
Las mujeres   menopáusicas a causa de una extracción  de ovarios son algo más   propensas a este trastorno que las mujeres que llegaron  a la menopausia   de forma natural.
Los cambios en la   etapa de la menopausia afectan  inevitablemente las relaciones de pareja   y  aquí es donde se hace necesaria  una reorganización de la vida en   pareja. 
Para ninguno de los   dos es fácil. Hay hombres que  se adaptan y apoyan, seguros y cariñosos,   consiguiendo comprender esa etapa.  Otros (la mayoría) necesitan un  período de adaptación a la nueva etapa de la mujer.
Este es un momento en que la comunicación  es muy importante para no dejar de lado las necesidades que las mujeres  sienten en esta   etapa, esto las ayuda a sentirse más seguras. Lo que recomiendan    psicólogos y médicos es tratar de involucrar a la pareja igual que pasa   en otros  acontecimientos importantes de la vida.
JOSEP MASDEU BRUFAL