Llevo a cabo mi propósito al compartir amor con el mundo.
La Madre Teresa dijo una vez: “No es la magnitud de nuestras acciones, sino la cantidad de amor que pones en ellas lo que importa”. Qué bella ilustración del poder que tiene la intención correcta y de la bendición que ofrece el actuar con amor.
¿Cuál es mi intención hoy? ¿Qué huella quiero dejar en el mundo? Tengo el deseo de ser sincero con todas las personas con quienes me encuentre. Estoy dispuesto a demostrar mi fe en Dios y ser una luz en el mundo. Al compartir mi luz con los demás, siento que cumplo con el propósito de mi vida y que sigo un plan divino. Atraigo bien ilimitado y tengo relaciones personales felices y satisfactorias. Soy un canal de amor y luz.
Mi plan permanecerá y haré todo lo que quiero. —Isaías 46:10