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General: UNA BALA EN LA CABEZA
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Ximena777  (Mensaje original) Enviado: 07/12/2009 04:12

 

rosacrema.gif picture by silvygilbert

 

UNA BALA EN LA CABEZA

Llevaba diez años de sufrir dolores de cabeza. Primero pensó que era exceso de trabajo. Después le dijeron que podría ser migraña. Un médico le diagnosticó sinusitis. Pero Bruce Levón no hallaba alivio de ninguna manera, y por fin le sacaron una radiografía. El resultado fue interesante. Bruce tenía una bala incrustada en la base del cráneo.

Diez años atrás, en un baile, alguien había disparado al azar. Bruce recibió el plomo en la cabeza, aunque sólo sintió un rasguño. Más temprano, camino al baile, Bruce había tenido un accidente de automóvil, y él siempre pensó que el rasguño había sido el resultado de algún vidrio del parabrisas.

No es nada común vivir diez años con una bala en la cabeza, aunque es cierto que casos como éste se encuentran en los archivos médicos. El cuerpo es un mecanismo maravilloso que se adapta a muchas interferencias, pero vivir diez años con una bala en la cabeza es extraordinario.

Sin embargo, hay miles de personas que sí llevan algo en la cabeza y en el corazón que daña y hiere y agravia y deteriora. Son las ofensas no perdonadas. Nada produce más daño en el corazón que cargar una injuria, un daño, una ofensa no perdonada.

La reacción normal es defendernos diciendo: «Fue él quien me hizo el mal. Que venga él a mí y me pida perdón.»

Jesucristo, en su Sermón del Monte, dijo algo muy interesante: «Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda» (Mateo 5:23-24).

Tomemos nota de la importantísima frase: «y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti.» Esto quiere decir que es el ofendido quien debe buscar la paz con el que lo ofendió. De no ser así, si no nos busca el que nos ofendió, nunca estaremos en paz. Y es que importa mucho que no carguemos toda la vida un resentimiento no perdonado. Porque nada produce más daño personal que cargar en la mente y en el corazón una ofensa no perdonada.

Nosotros somos los únicos que podemos extraer la bala que tenemos en el corazón. Busquemos al que nos ofendió y reconciliémonos con él. Si no lo hacemos, llevaremos esa carga hasta la muerte. Jesucristo nos dará la gracia para hacerlo. Nuestra tranquilidad depende de eso. No perdamos más tiempo. Busquemos la ayuda de Dios.

 

Bendiciones, Ximena

 

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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: talvez Enviado: 08/12/2009 01:20
 
 
 

La conclusión me parece muy acertada. La historia que lo precede muy gráfica y clara.

No estoy de acuerdo con la interpretación que se hace del sermón. Si e..

 

Tu hermano tiene algo contra ti, entiendo, entendemos algunos que se refiere que el hermano ha sufrido un daño, es el hermano el ofendido, y nos dice que antes que llevar ofrendas materiales, panes, corderos, monedas, etc, llevemos una obra , llevemos una muestra de nuestro corazón, de nuestro amor por el prójimo, el mensaje que durante toda su vida predicó , con su ejemplo y de la más diversa forma. También defendiendo a los que eran violentados, recriminando a los falsos, también indignándose con  los hipócritas, y sobre todo abriendo su mano, su casa, su corazón a todo aquel que se acercaba. Yo creo firmemente que cuando recriminaba no era en su defensa, sino en defensa de los que sufrían las injusticias, y que era una forma más de  llamar a las conciencias.

También podría ser que aquél al que se le pide perdón no abra su puño y sí sería el caso de que , a pesar de ser el ofendido, hubiera de  hacer las paces ( que no dice ni pedir ni dar perdón), como primera ofrenda.

 

Pero en cualquier caso, los evangelios no fueron escritos al dictado. El primero que se escribió fue, creo recordar unos treinta años después de su muerte y aún así, no se encuentra el documento original, lo que nos ha llegado son copias de copias y en cualquier caso los evangelistas al recordar y hacer su relato interpretaban , como siempre hacemos lo escuchado. Pero eso no le quita valor, pues hay un punto común , un acuerdo inamovible, y que perdura y por el que sigue vivo, amar, sin con valentía y sin trampas. Ya con éso y seguir su vida, lo que significó, a lo que tuvo que enfrentarse ( y no a su muerte, que sólo fue el resultado) y  las tentaciones a las que resistió (y no sólo de la carne), es más que suficiente para ocuparme la vida entera sin llegar a acercarme., pero  ésta no deja de ser , otra interpretación.

 

Te lo agradezco mucho Xime, Bendiciones para tí

 

 

 



 
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