Luz de Dios
¡La luz de Dios resplandece por medio de mí!
Hay un dicho que reza: Dios nunca cierra una puerta sin abrir una ventana. Sin embargo, hay momentos en que parece que ni las puertas ni las ventanas están abiertas. Mas recuerdo ver más allá de las apariencias, a la Verdad. No tengo miedo porque soy la ventana que busco, y la luz de Dios resplandece por medio de mí.
Al abrir mi mente y corazón a mi luz crística interna, ésta resplandece, iluminando el camino hacia mi mayor bien. Permito que mi energía creativa fluya y siento entusiasmo por las nuevas oportunidades ante mí. Digo sí a las posibilidades emocionantes. Doy gracias a Dios, porque soy una ventana a través de la cual la luz crística resplandece.
Pero gracias a Dios, … Cristo Jesús, … que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.—2 Corintios 2:14
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