En el mundo de la informática, la Internet y los videojuegos hay personas que destacan nitidamente entre las demás. Algunas por sus buenas acciones y otras por ser la pesadilla de los ordenadores. Los lammers no son ni lo uno ni lo otro. Son un cascarón vacío. Mucho ruido pocas nueces. Apariencia y nada más. La manera más simple y clara de definir a un lammer sería: “sujeto que dice poseer un vasto conocimiento pero que en realidad no sabe nada“. El término no solo es usado en el campo de la informática, sino también se puede aplicar a cualquier persona que a pesar de encontrarse interesado y sumergido dentro de un terreno específico, carece de las habilidades para sobresalir o aprender, teniendo como unica salida aparentar que realmente sabe de lo que habla o pregona.

Con el avance de las nuevas tecnologías y su rápida propagación alrededor del mundo, el término se hizo popular en el terreno de la informática. Más aún cuando aparecieron personas en foros o chats que intimidaban a los demás usuarios advirtiendoles que infectaría sus ordenadores con algún potente virus, cuando en realidad no tenían idea como crear un virus básico. La aspiración de todo lammer es convertirse algún día en hacker. Mientras esperan sentados a que su hada madrina los convierta en hackers, descargan programas creados por hackers, ingresan a sus páginas webs y tratan de nutrirse de la mayor cantidad de información sobre aquel mundo.

En conclusión, se convierten en unos imitadores poco intimidantes. Los script kiddies o los noobs, también son lammers, con la diferencia que los primeros se caracterizan por insultar a los programadores, sintiéndose superiores y los segundos son aquellos que entran a un foro y son considerados novatos eternos, incompetentes crónicos. Los videojuegos también tienen sus lammers. Al igual que sus “hermanos” informáticos, destacan por sus nulas habilidades. Suelen tener como juegos preferidos CounterStrike o Battlefield, en los que permanecen quietos y atacando muy lejos de la acción.