Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Amigos de Gabito
¡ Feliz Cumpleaños TORRANTIAO !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños ISLENI DALISI !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños LuzO !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños Amanda R !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños eseban !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños cachita99 !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños Duque !                                                                                           ¡ Feliz Cumpleaños PAPAYA !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ 
 "Reglamento del Grupo" 
 " General " 
 " Poemas " 
 "Administración" 
 " Comparte Ayuda " 
 Sugerencias ,Quejas , Comentarios 
 ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ 
 ►► Paneles todo PSP 
 Tutoriales aprendizaje 
 ►► Materiales 
 ►► Todo para Fondos 
 ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ 
 Ofrecimientos y entregas 
 " Buzones " 
 Comunidades Amigas 
 Responder Mensajes 
 ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ▬ღ 
 
 
  Herramientas
 
General: MANOS ABIERTAS, MANOS GENEROSAS
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Sonrisa  (Mensaje original) Enviado: 08/11/2009 12:00

Manos abiertas, manos generosas



      La vida cristiana no sólo está hecha de grandes declaraciones. Hay que recitar el Credo todos los domingos y solemnidades. Hay que tener presente sus grandes verdades. No conviene olvidar las verdades básicas de nuestra fe: la encarnación, la resurrección, etc. Pero  también es verdad que la semana está hecha de días de diario, días normales, del lunes al viernes. Días de trabajo, de rutina. Días sin ropa de domingo.
      Para esos días conviene tener muy presente evangelios como el de este domingo que nos habla de un pequeño detalle que en la vida diaria ayuda a construir una vida cristiana de las de verdad. Porque en la vida podemos vivir tan centrados en nosotros mismos y en nuestras necesidades y problemas que se nos olvide mirar a los demás, a los que nos rodean. Colocados en esa perspectiva las cosas que tenemos a nuestro alcance se convierten en recursos necesarios e imprescindibles para nuestra propia supervivencia. Las manos se nos vuelven herramientas que agarran y guardan en nuestros almacenes como pequeñas o grandes palas excavadoras que barren hacia sí mismas todo lo que encuentran. Es toda una actitud vital.

Una nueva forma de vivir
      Frente a ella, hoy las lecturas nos proponen otra forma de vivir. Las manos ya no son herramientas que agarran y atraen hacia mí sino que se abren para compartir en generosidad total. Más allá de lo razonable. Es lo que se nos cuenta en el relato del profeta Elías. La viuda no tenía casi nada. No tenía lo suficiente para ella y para su hijo pero, al compartir lo poco que tenía con el profeta “ni la orza de harina se vació ni la alcuza de aceite se agotó”.
      Lo mismo se puede decir de las palabras de Jesús en el Evangelio que contraponen la actitud de los que “devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos”, con la de la pobre viuda que echa en el arca de las ofrendas (una forma de compartir) de lo que necesita para vivir.
      Y en la segunda lectura de la carta a los hebreos se nos abren los ojos sobre la generosidad de Cristo, que entrega su propia vida para nuestra salvación. Al final de este recorrido, descubrimos que esta actitud –generosidad, compartir– no es un detalle accidental de la vida cristiana. En absoluto. Es un detalle central. Es que resulta que Dios mismo es así, que esa entrega generosa, hasta dar la vida, a los demás forma parte del mismo ser de Dios.

Una entrega generosa por la vida
      El núcleo del mensaje del Evangelio nos viene a decir que no hay otra forma de vivir en plenitud que en esa relación generosa y de entrega con los que nos rodean. Ser persona es tener las manos abiertas para saludar, para compartir, para dialogar, para dar, para confiar. Cerrar el puño, acaparar, barrer para casa es volver a una situación pre-humana, es volver a las cavernas, es dejar que lo más animal de nosotros triunfe.
      Compartir, dar con generosidad, es toda una forma de vivir que nos hace incluso más felices. Pienso ahora en esas veces que se reúne un grupo de personas para comer juntos. Cada uno decide hacer su pequeña aportación. Al final, aunque siempre hay algunas personas que no llevan nada, siempre sobra, hay comida en abundancia. Se ha producido el milagro. Al compartir es como si los bienes se multiplicasen.
      ¿No será que siendo un poco más generosos  solucionaríamos muchos de los problemas de nuestro mundo? Generosos con la comida, generosos con los bienes, generosos con el perdón, generosos con la misericordia, generosos con la amistad. Manos abiertas y no puños cerrados. Toda una forma de vivir en cristiano.

Fernando Torres Pérez, cmf



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Anamarina Enviado: 08/11/2009 12:32

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: goti0 Enviado: 15/05/2010 23:13
gracias por compartir este mensaje


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados