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Respuesta  Mensaje 1 de 10 en el tema 
De: Bapita  (Mensaje original) Enviado: 31/03/2012 18:35
 
 
 
 
 
 
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/11/2014 14:35

José Ángel Buesa (1910-1982)

Miguel Hernández Luis Rosales autores inicio autores siglo XXI título y primer verso audio traducciones Foto biografía wikipedia poemas obras buscar enlaces nuevo aleatorio selección poemas
MENÚ DE POEMAS por TÍTULO y primer verso

A los pies de tu cama, como un perro

A UNA LÁGRIMA

A veces me pregunto dónde estarás ahora

A veces me pregunto: "¿Qué habrá sido

A veces se ilumina lo que es sombra, otras veces

Acaso está lloviendo también en tu ventana

ACUÉRDATE DE MÍ

¡Ah, qué triste, querida

Ah, sí, ya abrí mi casa

Ah, ya no tengo tiempo de mirar el crepúsculo

Ahora que ya te fuiste, te diré que te quiero

Al timón de un gallardo navío

ALA Y RAÍZ

Ala y raíz: la eternidad es eso

ALEGORÍA DEL RÍO SECO

Allí estaba el Silencio, de rodillas

ALMA MUSICAL

Alza la mano y siembra, con un gesto impaciente

Ama tu verso, y ama sabiamente tu vida

Amamos porque sí, sencillamente porque sí, sin saberlo

Amar —nadie lo ignora— viene a ser como un juego

Amigo: Sé que existes, pero ignoro tu nombre

Amo esta calle, y amo sus tristes casas

AMOR PROHIBIDO

AMOR TARDÍO

Amor y primavera

Andad con paso leve

ANIVERSARIO

Aquel amor que se nos fuera

Aquí, desde este muro

Aquí estás en la sombra

Aquí, junto a este río, tu ausencia es más ausente

Aquí, sin ti, ya sé lo que es la muerte

Aquí, solo en la noche, ya es posible la muerte

Árbol, buen árbol, que tras la borrasca

Árbol ya largamente florecido

ARIA DE LUTO

Arquero de la noche, con un gesto arrogante

ARTE POÉTICA

Así como un verdor en el desierto

Así estás todavía de pie bajo la lluvia

Así, verte de lejos, definitivamente

Aún alegran tu calle los viejos mediodías

Ay, sólo un hombre y una mujer en la noche, bajo la lluvia!

BALADA DE LA ALAMEDA

BALADA DE LAS RECAPITULACIONES

BALADA DEL BUSCADOR DE TESOROS

BALADA DEL LOCO AMOR

BALADA DEL MAL AMOR

BALADA DEL SOLDADO JOHN SMITH

BALADA DEL TULIPÁN NEGRO

Bendita seas...

BRINDIS

Buen árbol que perdiste bruscamente los dones

Buena suerte, muchacha. Lucirás muy bonita

CANCIÓN A LA MUJER LEJANA

CANCIÓN AGRADECIDA

CANCIÓN AL OLVIDO

CANCIÓN COMPARTIDA

CANCIÓN CONTIGO

CANCIÓN COTIDIANA

CANCIÓN DE LA BÚSQUEDA

CANCIÓN DE LA ENREDADERA

CANCIÓN DE LA ESPERA

CANCIÓN DE LA HOGUERA

CANCIÓN DE LA LLUVIA

CANCIÓN DE LA NOCHE SOLA

CANCIÓN DE LA ROSA

CANCIÓN DE LOS AMANTES

CANCIÓN DE LOS REMOS

CANCIÓN DE UN SUEÑO

CANCIÓN DEL AMOR LEJANO

CANCIÓN DEL AMOR PROHIBIDO

CANCIÓN DEL AMOR QUE PASA

CANCIÓN DEL AMOR QUE SE QUEDA

CANCIÓN DEL ANDÉN

CANCIÓN DEL TRANSEÚNTE

CANCIÓN DEL VIAJE

CANCIÓN NOCTURNA

CANCIÓN PARA LA ESPOSA AJENA

CANCIÓN PARA UNA DESCONOCIDA

CANCIÓN III

CANTO FINAL

CANZONETTA

CANZONETTA II

Caronte, piloto del fúnebre río

CARTA A USTED

CARTA DE AMOR

CARTA DE AMOR II

CARTA SIN FECHA

CELOS

Como el clavel del patio estaba seco

Como quien boga contra la corriente

Como tantas cosas lejanas

Como un verde tentáculo que se alarga de sed

CON LA SIMPLE PALABRA

Con la simple palabra de hablar todos los días

CORAZÓN EN LA NOCHE

Cuando todas las cosas existían sin nombre

Cuando vengan las sombras del olvido

CUARTETOS DEL TRANSEÚNTE

CUENTO PARA LA NIÑA TRISTE

De aquella extraña noche que no fue tuya y mía

DE CANCIONES ABSURDAS 2

DE MUERTE EN FLOR

Debo burlarme de mí mismo, vagabundo con pasaje de ida y vuelta

Decir adiós... La vida es eso

Déjame ser tu espejo... te supliqué aquel día

Dejé mi copa en el brocal maldito

DEL JARDÍN DEL EDÉN A LA MAGIA DE LA POESÍA II

DEL JARDÍN DEL EDÉN A LA MAGIA DE LA POESÍA XXI

Derramarás tus lágrimas

DESAFÍO AL OTOÑO

Desde este mismo instante seremos dos extraños

Di que mi amor ha muerto de una forma habitual

Dios no lo sabe, pero yo estoy triste

Diré que junto a un árbol resplandece una hoguera

DISCRETO AMOR

Donde quiera en las noches se abrirá una ventana

DÚO DE AMOR

El agua del río pasaba indolente

EL AMIGO

EL AMOR MOJADO

EL ANCESTRO DEL CISNE

El árbol seco crece todavía

EL ÁRBOL VIEJO

EL ARQUERO

El beodo narraba dificultosamente

EL CID

EL CLAVEL SECO

El corazón de un sueño

EL EXTRANJERO

EL FALSO AMOR

EL GRAN AMOR

EL HIJO DEL SUEÑO

EL HOMBRE ENAMORADO DEL AMOR

EL NOMBRE OLVIDADO

EL NUDO

EL PEQUEÑO DOLOR

EL POEMA DE LA CULPA

EL POZO SECO

EL POZO VACÍO

EL RESUCITADO

El tiempo trae a mis sienes

 


Respuesta  Mensaje 3 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/11/2014 14:36

ELEGÍA

ELEGÍA DE ESTÍO

ELEGÍA LAMENTABLE

ELEGÍA NOCTURNA

ELEGÍA PARA ENTONCES

ELEGÍA PARA TI Y PARA MÍ

ELEGÍA POR NOSOTROS

ELEGÍA II

ELEGÍA III

ELEGÍA IV

ELEGÍA V

Ella amará a otro hombre

Ella no fue, entre todas, la más bella

En el áureo esplendor de la mañana

En el hondo silencio de la noche serena

En el pequeño ramo de azucenas

En el recogimiento de la tarde que muere

En el tronco de un árbol voy a grabar tu nombre

En la sombra de un sueño donde se estanca un agua turbia

En mitad de la noche sombría y tempestuosa

En ti recuerdo una mujer lejana

Entonces, todavía tu voz me sabrá a luego

Entre el ramaje en flor del limonero

Entre la imperturbable quietud de la alameda

Entre la muchedumbre que ríe y se divierte

Entre todos mis libros, es éste el que prefiero

ENVÍO

EPÍLOGO

Era bella, muy bella. No fue mía

Era el silencio miel sobre seda

Era mi amiga, pero yo la amaba

Era un vetusto templo de ennegrecidos muros

Érase un verde bosque de eterna primavera

Eres tan misteriosa como la voz del viento

Erguida en tu silencio y en tu orgullo

Es triste la tristeza de este cauce vacío

Es un horror sin nombre y un silencio profundo

Esa mujer que ya no va conmigo

«Esa mujer que yo he de amar un día

Espero tu sonrisa y espero tu fragancia

Está bien, vas con otro, y me apeno y sonrío

Esta noche estoy solo, es primavera, y llueve

Esta noche pasaste por mi camino

Esta vieja canción que oí contigo

Este domingo triste pienso en ti dulcemente

Estoy aquí, contigo. Y pienso en ti, a tu sombra

Eva esbelta y alegre, dueña de locos ríos

EXCUSA DEL VIENTO

Finge con fiero orgullo la sonrisa del fuerte

Fue breve aquella noche. Fue breve, pero bella

Fue más allá del mar... Aquel crepúsculo

Fue mía una noche. Llegó de repente

Golondrina del alba sombría

Gota del mar donde en naufragio lento

Gracias, amor, si hiciste que lloviera

Hay que cortar la rosa, pues de cualquier manera

Hay que decirlo: el alma no es la plácida fuente

Hay siempre una señal, en un momento

Hay un primer amor, hermosa dama

He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío

He buscado en mi corazón el instinto de la simiente

He callado largamente para escuchar mejor las voces

He empezado cien veces este poema cruel

HIJO DEL ENSUEÑO

Hora de soledad y de melancolía

Hoy hace un año, justamente un año

HYACINTHUS

Íbamos en la noche con tu sueno y el mío

Iban diez mil soldados bajo la lluvia

INESPERADAMENTE

Inesperadamente tu amor llega a mi vida

Karl Gustav Van der Meyer

LA ABEJA

LA ALBORADA DEL AMOR

LA CAMPANA MARINA

LA COPA DE DIAMANTE

LA DAMA DE LA ROSA

LA DAMA DE LAS PERLAS

LA DAMA DEL ESPEJO

LA ENREDADERA

LA ESTRELLA

LA FUGA INFINITA

LA LÁMPARA

LA MUJER AQUELLA

LA MUJER SIN NOMBRE

La nieta del mendigo suspira amargamente

La noche está soñando que es azul. Todo duerme

LA OBRA DE JEHOVÁ

LA PENA SIN OLVIDO

LA PEQUEÑA PLEGARIA

LA PUERTA

LA RAMA ROTA

LA SED INSACIABLE

LA SEÑAL

LA VEJEZ DE DON JUAN

La vi pasar con otro... Su semblante

La vida pasa; la vida rueda...

LAMENTACIONES DE OTOÑO

LAS DOS MUÑECAS

Las olas vienen

Las riendas de mi vida las sujetan tus manos

Leyendo un libro, un día, de repente

LIED

Llamarada de ayer, ceniza ahora

LLUVIA FINAL

LOS NAVEGANTES

Los navegantes se bambolean sobre las rutas

LOS POTROS

Los que vieron la dama luciendo aquella rosa

MADRIGAL

MADRIGAL DE LA AUSENCIA

MADRIGAL DE LA LLUVIA DE ABRIL

MADRIGAL TRISTE

Mañana será nunca para todos los días

Me costaba trabajo desatar aquel nudo

Me llegabas en la brisa y en la espuma

Me llegas en la brisa y en la espuma

Me verás sonreír, amiga mía

Mejor no quiero verte

Melancólicamente, en tu faz contraída

Mía.... Así: más que todo y casi nada: mía

Mi corazón no sabe lo que espera

Mi corazón se queda aunque mi amor se vaya

Mi corazón se siente satisfecho

Mi corazón, un día, tuvo un ansia suprema

Mi dolor es pequeño

Mi viejo corazón toca a una puerta

MÍA

Mira esa lenta nube, mira esa flor lozana

"Mirad: Un extranjero..." Yo los reconocía

MONÓLOGO DE CASANOVA

Morir de muerte en flor toda la vida

Muchacha de una noche de viento y hojas secas

MUCHACHA SIN AMOR

Mujer: pues sobre todo lo infranqueable y lo triste

Mujer soñada: Ya tú eres mía

MÚSICA DE SEPTIEMBRE

Nadie conoce mi amor secreto

Nadie supo su nombre

Nadie vino a esperarme

Navegante del alba, naufragaré por la sombra

No con altos ejemplos se modela

No despiertes jamás para vivir tu sueño

No dije una frase

No envidiéis mi alegría, mi salud ni mi canto

No era amor. Fue otra cosa

No existe el Tiempo: Existe su medida

No hace falta que llueva como llueve este día

No, nada llega tarde, porque todas las cosas

No, no despiertes jamás para vivir tu sueño

No, no despiertes nunca para vivir tu sueño

No, nunca fue lo oscuro tan oscuro

¡No! Nunca fue mi mano más lenta que en la hora

No sé por que he venido de nuevo a la alameda

NOCTURNO DEL FANTASMA

NOCTURNO V

NOCTURNO VI

NOCTURNO VII

NOCTURNO VIII

Nuestro amor ya es inútil como un mástil sin lona

NUEVOS CUARTETOS DEL TRANSEÚNTE

Nunca más caminando por las calles vacías del parque invernal

OASIS

OPTIMISMO DEL ÁRBOL

ÓRBITA

Os digo que estas cosas no pueden decirse de otro modo

OTOÑO Y JARDÍN

Otra vez, esta noche, vi tu mano en la mía

Otra vez tus caminos me llevan hacia el alba

Para alfombrar mi viaje hacia tu sombra

Para aliviar la angustia vulgar de tanta prosa

PARÁBOLA DEL ÁRBOL

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste

PEQUEÑA CANCIÓN

PEQUEÑA CANCIÓN 2

POEMA

POEMA CONTIGO

POEMA CREPUSCULAR

POEMA CRUEL

POEMA DE LA CULPA

POEMA DE LA DESPEDIDA

POEMA DE LA DESPOSADA

POEMA DE LA DUDA

POEMA DE LA ESPERA

POEMA DE LA MEDIANOCHE

POEMA DE LA NAVIDAD

POEMA DE LAS COSAS

POEMA DE LOS BESOS

POEMA DE OSCAR WILDE

POEMA DE UNA CALLE

POEMA DEL AMOR AJENO

POEMA DEL AMOR IMPOSIBLE

POEMA DEL AMOR PEQUEÑO

POEMA DEL ÁRBOL

POEMA DEL DESENCANTO

POEMA DEL DOLOR INDOMINADO

POEMA DEL DOMINGO TRISTE

POEMA DEL ESPEJO

POEMA DEL ÉXTASIS

POEMA DEL FRACASO

POEMA DEL LIBRO

POEMA DEL MAL AMOR

POEMA DEL OLVIDO

POEMA DEL PECADO

POEMA DEL PERDÓN

POEMA DEL POEMA

POEMA DEL PUERTO

POEMA DEL REGRESO

POEMA DEL RENUNCIAMIENTO

POEMA DEL RÍO

POEMA DEL SECRETO

POEMA FINAL

POEMA FINAL POR NOSOTROS

POEMA LAMENTABLE

POEMA LEJANO

POEMA NOCTURNO

POEMA PARA EL CREPÚSCULO

POEMA PARA OLVIDARTE

POEMA VULGAR

POEMAS EN LA ARENA

Por la sierra, una tarde, pasaba el Campeador

Por ti escribo estos versos, aunque no sé quién eres

Por un agua de hastío voy moviendo estos remos

PROFECÍA

Puedes irte y no importa, pues te quedas conmigo

Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía

¡Qué clara la mañana! ¡qué fresco y delicioso

Qué dulce, si lloviera de repente

Qué lástima, muchacha

Quién nos hubiera dicho que todo acabaría

QUIZÁS

Quizás estando sola, de noche, en tu aposento

Quizás olvidaremos, pues siempre hay que olvidar

Quizás pases con otro que te diga al oído

Quizás te diga un día que dejé de quererte

RECAPITULACIÓN

Recuerdo bien que te cerré la puerta

Recuerdo un pueblo triste y una noche de frío

RESPUESTA AL POEMA DE LA CULPA (EL OTRO)

RESPUESTA AL POEMA DE LA CULPA (ELLA)

RETRATO

RIMA A CONTRALUZ

ROSA DEL OTOÑO

Sabemos lo que es triste por algo que se ha ido

¿Sabes tú?

SALMO DE OTOÑO

SE DEJA DE QUERER

Se deja de querer, y no se sabe

Se fue mi niñez

SEGUNDO POEMA DE LA DESPEDIDA

SEGUNDO POEMA DE LA ESPERA

SEGUNDO POEMA DEL RÍO

SEGUNDO POEMA EN LA ALAMEDA

SEMBRAR

Señor, yo no soy digna siquiera de rogarte

Señor, yo soy el otro que también la quería

Señora: Es el crepúsculo. No importa si un retoño

Señora; según dicen, ya tiene usted otro amante

Será algún día, sólo sé que será algún día

Sí. Don Juan está triste, porque empieza a ser viejo

Sí, ya sé que me han visto como un fantasma extraño

SÍMIL DE ÁRBOL

SÍMIL DEL VIENTO

SIN TÍTULO

Sobre el vasto silencio se proyectó mi grito

Solitario en la sombra como un furgón vacío

Solo bajo los astros, te digo que estoy triste

Sólo tú y yo sabemos lo que ignora la gente

SOMBRAS EN LA ESTIGIA

Somos agua, aire y sal, como la espuma oceánica

SONETO

SONETO

SONETO ADOLESCENTE

SONETO AL CAMINANTE

SONETO CON FECHA

SONETO CON SED

SONETO (De Eugenio Castro)

SONETO (De Félix Arvers)

SONETO (De Guillermo de Almeida)

SONETO (De Luis de Camões)

SONETO DEL AHORCADO

SONETO DEL CAMINANTE

SONETO DEL TIEMPO

SONETO EN LA ALCOBA

SONETO FINAL

SONETO GALANTE

SONETO LLOVIENDO

SONETO NOCTURNO

SONETO PARA LA LLUVIA

SONETO PARA UN REPROCHE

SONETO ROJO

SONETO I

SONETO II

Sonríe, jardinera, si en el surco te inclinas

SOÑAR

Soñar es ver la vida de otro modo

Tal vez guardes mi libro en alguna gaveta

Tal vez por un capricho más triste que galante

Tardíamente, en el jardín sombrío

Te acordarás un día de aquel amante extraño

Te contaré la historia del bergantín sombrío

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía

Te encontré en la mitad de mi camino

Te envidio, hombre que pasas en el atardecer

Te irás, tal vez; te irás, como una barca

Te miraba acostada con mis ojos de bueno

Te propongo un pacto de amor trascendente

Te sentí, como el viento, cuando pasabas ya

TEMA DEL INSOMNIO

Tendido sobre el lecho veo allá lejos, mis pies

Tendrá que suceder, hoy o mañana

TERCER POEMA DE LA DESPEDIDA

TERCER POEMA DEL RÍO

Todavía te busco, mujer que busco en vano

Todo aquel artificio de que antaño hice gala

Todo es igual y siempre: Yo, la noche, el olvido

Todo lo dije, en llanto y alegría

TRISTE

Triste es saber que nuestra vida es sólo

Tu amor arde en la sombra como una llama lenta

Tu amor llegó calladamente

Tu boca jugosa y fragante

Tú dices que has vivido, quizás. Puede ser cierto

Tu indiferencia aumenta mi deseo

TU RISA

Tu vida es como un pozo que se queda vacío

Tú y yo vimos un día

ÚLTIMO AMOR

ÚLTIMO POEMA

Un amor que pregunta, si es virtud o es pecado

Un gran amor, un gran amor lejano

Un hijo... ¿Tú sabes, tú sientes qué es eso?

Un musical manto regio

Una palabra simple es suficiente

Una tarde lejana

Una ventana abierta. La lluvia. Y un lejano recuerdo

Únicamente el río conoce tu secreto

—«Vamos, que se hace tarde...»— me dijiste

VARIANTE DE UNA CANCIÓN ANTIGUA

Veinte años, amiga. Y hoy al verte de lejos

Vengo de tu jardín de altos aromas

Vengo del fin y voy hacia el principio

Vengo del fondo oscuro de una noche implacable

Vete como quien llega, pero vete

Viajé por las tinieblas para inventar la llama

Viejo lobo de mar, de sed sorda y violenta

Viendo pasar las nubes fue pasando la vida

Vivir de amar, y el corazón sin dueño

Voy andando en el tiempo de otro día

Y ante mi abrazo te sentí rendida

Y cerraré los ojos para siempre, algún día

Y comenzamos juntos un viaje hacia la aurora

Y de repente en la mansión vacía

Ya era muy viejecita... Y un año y otro año

Ya no sé bien el sitio ni la hora

Ya sólo eres aquella

Y soñó largamente su estatua

Y vendrán nuevos hombres y poblarán la tierra

Y ya ves: yo estoy solo, murmurando tu nombre

¿Ya has soñado una meta o elegido un camino

Ya no está bien que mi cabeza cana me haga más viejo

Ya se abre el palacio de ébano de la noche

Ya tengo, al fin, la llave de esa puerta

Ya todos la olvidaron. Ahora sí que se ha ido

Yo andaba entre la sombra

Yo aprendí a destapar sarcófagos y arcones

Yo cantaré algún día la angustia verdadera

Yo conozco la pena sin olvido

Yo estaba allí, con otra. Y de repente

Yo he besado el capullo de tu boca jugosa

Yo he visto, a veces, cosas que no han sido

Yo he visto perlas claras de inimitable encanto

Yo he vivido mi vida: si fue larga o fue corta

Yo iba andando en la sombra y de repente

Yo la amé, y era de otro, que también la quería

Yo le entregué mi corazón al viento

Yo no sé si tú esperas todavía

Yo sé que tú eres de otro. Y, a pesar de eso, espero

Yo seguiré cantando mientras crecen los árboles

Yo seguiré soñando mientras pasa la vida

Yo sigo enamorado de la estrella

Yo soy aquel que vio pasar su entierro

Yo soy borracho. Me seduce el vino

Yo soy como un viajero que no duerme

Yo vi la noche ardiendo en su tamaño


Respuesta  Mensaje 4 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/11/2014 14:38
CANCIÓN NOCTURNA

A los pies de tu cama, como un perro,
se echó mi corazón.

                    Noche tras noche
gime calladamente su reproche
y sufre injustamente su destierro.

Allí está. Nada importa que lo aparte
tu pie pequeño y cruel.

                  Allí, en la sombra,
calla el grito de amor con que te nombra,
para no despertarte.

Noche tras noche, hasta que llega el día,
gime un reproche y sufre su destierro.
Tú no lo sabes, —nadie lo sabría.
Y a los pies de tu cama, como un perro,
mi corazón espera todavía.

autógrafo

José Ángel Buesa


Respuesta  Mensaje 5 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/11/2014 14:39
   A UNA LÁGRIMA

Gota del mar donde en naufragio lento
se hunde el navío negro de una pena;
gota que, rebosando, nubla y llena
los ojos olvidados del contento.

Grito hecho perla por el desaliento
de saber que si llega a un alma ajena,
ésta, sin escucharlo, le condena
por vergonzoso heraldo del tormento.

Piedad para esa gota, que es cual llama
de la que el corazón se desahoga
cual desahoga espinas una rama.

Piedad para la lágrima que azoga
el dolor, pues si así no se derrama,
el alma, en esa lágrima se ahoga...

autógrafo

José Ángel Buesa


Respuesta  Mensaje 6 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/11/2014 14:40
POEMA LEJANO

A veces me pregunto dónde estarás ahora,
después de tantas noches sin tu mano en la mía,
noches de abrir un libro para esperar la aurora,
noches de largo viento por la calle vacía.

A veces me pregunto si hay alguien que te espera,
alguien que no conoces, que pasa y te saluda
y, como siempre vistes de negro en primavera,
no sé si tus vecinas pensarán que eres viuda.

A veces me imagino como serán las cosas
que te son familiares: tu jardín, tu ventana,
el búcaro en la mesa para poner las rosas
y un desayuno sin mí cada mañana.

O me quedo pensando qué sentirás tan lejos,
en las tardes heladas, al quitarte el abrigo;
y cuando vas de compras sin mirar los espejos
para que no te digan que ya no voy contigo.

Y también me pregunto si alguna madrugada
prefieres no dormirte para soñar despierta,
o cómo se entristece de lluvia tu mirada
cuando pasa el cartero sin tocar en tu puerta.

Pero no me pregunto si olvidarás mi nombre,
ni lo que tú me diste, ni lo que yo te di,
pues si te ven un día del brazo de otro hombre
tendrá que ser un hombre que se parece a mí…

autógrafo

José Ángel Buesa


Respuesta  Mensaje 7 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/11/2014 14:41
LA MUJER AQUELLA

A veces me pregunto: «¿Qué habrá sido
de la mujer aquella?» Y su mirada
me llega desde el fondo del olvido,
y oigo su voz, sin que me diga nada.

Y voy con ella, como en otro mundo,
en otro tiempo, nuevamente mía;
y es ella, y de repente la confundo
con no sé quién, ni dónde, ni qué día.

Y se me pierde en una calle triste
que no recuerdo ya, pero que existe,
y allí le digo adiós y no la sigo;

Porque quizás, a la mujer aquella,
si piensa en mí le ocurrirá conmigo
lo que me ocurre a mí si pienso en ella...

autógrafo

José Ángel Buesa


Respuesta  Mensaje 8 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/11/2014 14:41
    A veces se ilumina lo que es sombra

A veces se ilumina lo que es sombra, otras veces
lo que es noche perpetua para mi pensamiento,
y sé cómo coinciden las aves y los peces,
los hombres y los árboles, la eternidad y el viento.

Pero también a veces la noche se ilumina
con el relámpago triste hasta lo más lejano;
y no comprendo entonces el rencor de la espina,
ni los pozos sin agua, ni los surcos en vano.

Y así es mejor ser ciegos, vagar en las tormentas
y olvidar las preguntas que nadie nos responde;
y seguir en las sombras, peregrinando a tientas
sin saber hasta cuándo, ni por qué, ni hasta dónde.

autógrafo

José Ángel Buesa


Respuesta  Mensaje 9 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 12/11/2014 14:43
    CANCIÓN DE LA LLUVIA

Acaso está lloviendo también en tu ventana;
Acaso esté lloviendo calladamente, así.
Y mientras anochece de pronto la mañana,
yo sé que, aunque no quieras, vas a pensar en mí.

Y tendrá un sobresalto tu corazón tranquilo,
sintiendo que despierta tu ternura de ayer.
Y, si estabas cosiendo, se hará un nudo en el hilo,
y aún lloverá en tus ojos, al dejar de llover.

autógrafo

José Ángel Buesa


Respuesta  Mensaje 10 de 10 en el tema 
De: Laura Frias Enviado: 07/06/2017 20:42
 
 
 
Al leer ese poema del autor cubano, recordé de inmediato éste de Neruda, escrito con anterioridad y con el mismo sentido.
 
 
 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
 
Pablo Neruda


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